DUDAS DE CRIANZA
Muchos padres y madres hacen regalos a los hijos a final del trimestre o a final de curso si las notas que traen a casa son buenas. ¿Es una práctica positiva para los hijos o premiarles así les hace más mal que bien?
En la dinámica actual de crianza, la relación que hay entre los logros académicos de los hijos y los incentivos materiales ha sido motivo de debate entre padres, madres, educadores y expertos en psicología.
La pregunta de si es beneficioso o no premiar a nuestros hijos con regalos por sacar buenas calificaciones, conlleva consideraciones importantes sobre la motivación intrínseca y la formación de valores en los niños y adolescentes. Aquí te presento algunos puntos importantes.
En lugar de regalos materiales, vamos a elogiar y reconocer el esfuerzo, la persistencia, y el progreso académico, ya que esto, va a fortalecer directamente la autoestima y la motivación intrínseca del niño, permitiéndole que observe la situación desde la perspectiva de disciplina, constancia, autoconfianza y motivación personal, más que esperar algo a cambio.
Ofrecer experiencias enriquecedoras como viajes educativos, visitas a museos o actividades culturales, haciendo esto, podemos estimular y desarrollar el interés por aprender y por explorar el mundo.
Ayudar al niño a establecer metas realistas y apoyarlo en su proceso de aprendizaje, recordando siempre resaltar la importancia del esfuerzo, e identificando la mejora continua. Tomemos en cuenta que estos son patrones aprendidos, y que en un futuro, ellos mismos podrán aplicar con ellos y con los demás.
Proporcionar un espacio en casa que fomente la curiosidad, el descubrimiento y el aprendizaje autónomo, puede ser esa motivación adicional, pero que al mismo tiempo está encaminada al desarrollo y aprendizaje positivo, por ejemplo, una biblioteca personal o un rincón de estudio.
Al final del día, lo más importante es mantener una comunicación abierta y cariñosa con nuestros hijos. Estar ahí para ellos, escuchar sus preocupaciones y alegrías, tanto académicas como no académicas, así como, compartir momentos de calidad juntos.
Así que, premiar o no con regalos por buenas calificaciones es solo una parte de la educación. Lo que realmente cuenta es el apoyo que les damos mientras crecen y aprenden; esto, sí dejará una huella profunda en sus corazones y en su desarrollo como personas.