AMPLÍA TU ARMARIO
Aprende a sacar el mayor provecho a tu armario y conseguir nuevas prendas sin que te cueste un euro.
Cuando llega el otoño y las temperaturas comienzan a bajar debemos despedirnos de las blusas ligeras, los crops tops y los monos de tirantes. Nos guste o no, cuando el día se acorta y comienza a refrescar debemos cubrirnos con una manga larga.
Sin embargo, cuando echamos mano del armario, muchas veces no sabemos qué prenda elegir porque estamos cansadas de los consabidos jerseys, rebecas, sudaderas, blazers y cárdigans que aprovechamos de una temporada a otra.
Si, además, la cuesta de septiembre se ha hecho más empinada de lo que aspirábamos y nuestra economía no está muy boyante, no podemos disfrutar de ir de compras y renovar nuestro guardarropa.
En NovaMás te traemos una solución: te explicamos paso a paso cómo convertir una bufanda en una estilosa chaqueta. Una opción superinteresante para aprovechar todos los fulares, pañuelos, pashminas y chales que se acumulan en nuestras cajoneras sin pena ni gloria.
Chaqueta nueva con un par de nudos
Solo necesitas un par de gomas elásticas y una bufanda. Puedes elegir cualquiera que tengas en el armario, solo debes caer en la cuenta de que debe tener el tamaño adecuado para que puedas anudarla alrededor de tu cintura y que te cubra los hombros.
Cualquier tejido -no es necesario que tenga un porcentaje de elastano- y estampado sirve, escoge la que más se adecúe a la temperatura y la que mejor combine con el estilismo que has elegido.
Una vez lo tengas claro, solo debes darle la vuelta al contorno de tu cintura -como si de una toalla se tratase- y ayudándote con una goma elástica, ceñirla a tu figura a la altura del ombligo.
Una vez que ya lo hayas hecho -y quede como si de una falda se tratase- solo debes coger las dos puntas que quedan en la parte inferior atrás y llevarlas a la parte delantera de tu pecho para unir sus puntas con otra goma elástica.
Si lo has hecho bien te quedarán dos nudos en la parte delantera. Ahora solo tienes que girar la prenda sobre tu propio cuerpo -de manera que te quedará la bufanda en la espalda- e introducir los brazos por los espacios que quedan entre los dos nudos, como si quisieras colocarte las asas de una mochila.
Recoloca la prenda sobre tu pecho y hombros y ¡voilà! ya tienes una estilosa chaqueta para lucir con los outfits que más te gusten. Una manera fácil de conseguir prendas nuevas sin invertir nada de tiempo ni dinero en aumentar el volumen de tu armario.
Puedes seguir el ejemplo de @look.so.cute que ha compartido un vídeo con el proceso para que te hagas una idea más gráfica.
Como el resultado que obtendrás es una chaqueta holgada, lo más recomendable es que la utilices con prendas ajustadas. Un vestido de punto que se adapte a tu figura es una opción ideal porque compensará el volumen de la parte superior, aunque también te puedes decantar por una camiseta y pantalones o minifalda, con cualquier outfit ceñido te favorecerá.