EN ÁMSTERDAM
Si este miércoles la reina Letizia protagonizaba una escena sentada durante el besamanos de la cena de gala que los reyes, Guillermo y Máxima, ofrecieron en Ámsterdam en honor a los monarcas de España. Una imagen que ha sido de lo más comentada, pero este jueves doña Letizia ha reaparecido completamente recuperada y con tacones.
La reina Letizia se convirtió en la gran protagonista de la cena de gala que los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos ofrecieron este miércoles en honor de nuestros monarcas en el Palacio Real de Ámsterdam al presidir el tradicional besamanos sentada mientras el rey Felipe y sus anfitriones lo hacían de pie.
A pesar de la preocupación inicial, la explicación no tardaba en llegar, y es que para prevenir males mayores por el neuroma de Morton que sufre desde hace dos años por el uso prolongado de tacones altos, su Majestad habría preferido descansar para evitar que esta dolencia derivase en dolor agudo.
Un reposo que le ha venido fenomenal, ya que este jueves ha reaparecido completamente recuperada en su primera cita en solitario con la reina Máxima en su primer viaje oficial a los Países Bajos desde que Felipe VI ascendió al trono.
Ambas Reinas han visitado las instalaciones de la organización LAB6, destinada a prevenir los problemas de salud mental en los jóvenes y posteriormente han asistido a un coloquio sobre la película Campeonex de Javier Fesser en la X edición del Festival de Cine Español de Ámsterdam, mientras don Felipe y Guillermo se han trasladado a La Haya donde han presidido en Foro Empresarial entre España y Países Bajos.
Para esta ocasión, la reina Letizia ha optado por una combinación insólita de colores con los que ha arriesgado y conquistado a partes iguales. Y es que demostrando que no tiene miedo a nada en lo que a moda se refiere, la asturiana ha escogido un abrigo de paño en color rosa de Carolina Herrera sobre los hombros, que se ha quitado tras su llegada al acto y un vestido midi en el color más emblemático de Holanda, el naranja, de la misma diseñadora.
Dos prendas recicladas que ha complementado con unos mules de tacón sensato de Magrit en color fucsia y bolso al tono de Olivia Mareque, logrando una mezcla cromática tan sorprendente como favorecedora.
La reina Máxima, por su parte, ha derrochado sofisticación con un abrigo-vestido en color beige con cuerpo ceñido, falda midi de corte evasé y cinturón ancho en el mismo tejido, aunque brillante, para marcar silueta. Fiel a los tocados, pamelas y casquetes, la argentina ha completado su look con una maxi diadema con aplicaciones doradas y, como un guiño a España, la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III que Felipe VI le otorgó recientemente.