PASTOS RICOS EN FIBRA Y UN PROCESO COMPLETAMENTE ARTESANAL
En el valle de Tera se hallan los dos secretos de la famosa mantequilla de Soria: El alto contenido en grasa de la leche de sus vacas, y un proceso de elaboración completamente artesanal.
Soria puede presumir, entre otras muchas cosas, de producir una mantequilla inigualable. La primera de las diferencias la marca la leche de sus vacas, que pastan en el Valle de Tera, a 1.100 metros por encima del nivel del mar.
La altitud y el frío extremo de sus largos inviernos favorecen unos pastos ricos en fibra y bajos en proteína, determinantes en el alto contenido en grasa de la leche de sus vacas.
Pero no es el único secreto que esconde la inigualable mantequilla: el proceso de elaboración sigue siendo el mismo desde antaño.
La leche se deja posar 24 horas hasta que forma una capa de nata, que luego se trabaja en el mazadero. A base de mazazos, se separa del suero, se lava con agua fría, se enrosca y se adorna.
Aunque puede ser consumida de ese modo, para ser comercializada la mantequilla natural se calienta, se introduce en la batidora y se le añade un jarabe con azúcar, para pasar a las mangas, que dan forma a esta estupenda mantequilla que podemos consumir en nuestras casas.