Pasteleros, sois unos cachondos
Antes, el momento de cortar el pastel era uno de los puntos álgidos de cualquier ceremonia de boda que se precie. Un momento mágico pletórico de merengue, muñequitos ñoños y beso mientras se sostiene un espadón en la mano. Bien, pues ahora llega el reverso tenebroso de las tartas nupciales con lo pasteles de divorcio o cómo tomarse el fin de una relación por el lado más dulce. Hemos buscado en la red algunos de los más cachondos. Aquí os los traemos. Preparaos, porque no tienen desperdicio.