Después de salir del curro, a darle al jarro
Si has dejado de tomarte la copa de después del trabajo por motivos económicos y tienes mono, te ofrecemos una solución: montar el ‘afterwork’ en casa. ¿Te da miedo meter a tus compañeros en tu salón? Te damos consejos para que te conviertas en la estrella de la oficina.
¡'Afterwork', 'afterwork'! Si te pasas las tardes de la semana con este grito de guerra en tu cabeza y mirando el reloj sudoroso, coge el toro por los cuernos y ofrece tu hogar para tomarse una después del trabajo. Te ofrecemos los 10 mandamientos del perfecto 'afterwork' versión casera.
Esto no es una casa. Mantitas de sofá, estampas familiares, pijamas… ¡fuera del salón! Cuanto menos trasto dejes a la vista, mejor. Recuerda que los compis de oficina vienen a tomarse algo, no a ver tus fotos de las vacaciones. Utiliza luces indirectas y coloca una mesa alta para poner la bebida y la comida. Si tu salón se queda pequeño, abre pequeños espacios en las habitaciones contiguas extra tapando lo que quieras dejar oculto con ayuda de un biombo.
Tapas 'resistentes'. Si quieres ser el perfecto anfitrión, no puedes ponerte a preparar las tapas al llegar. Apuesta por un picoteo que se mantenga en buenas condiciones y prepáralo la noche antes: una tortilla de patata, un guacamole –con el hueso del aguacate, para que no se oxide- o unas croquetas de jamón serán un triunfo. Olvídate de dejar queso cortado, porque se quedará tieso, o de untar volovanes o tostas: el pan blandengue puede ser un bajón.
Snacks alternativos. Si desconfías de tus capacidades culinarias, opta por darle todo el protagonismo a la bebida y poner boles con aperitivos. Eso sí, nada de cortezas de cerdo y patatas fritas grasientas. Lúcete eligiendo alternativas saludables como los snacks de manzana, los guisantes con wasabi o el edamame, las saludables vainas de soja que, una vez cocidas, se comen como pipas. Las encontrarás en tiendas de productos orientales.
La coctelera agitando... No es lo mismo cañeo que afterwork. Si les has prometido lo segundo, tendrás que tener todo lo necesario para preparar unos combinados. Deja preparadas un par de jarras de mojito (ron, azúcar y hierbabuena) en el frigorífico y añádeles hielo en el momento de servir. Otra opción que no te fallará es el gin tonic: elige una ginebra que entre por los ojos y llena tu frigorífico de tónicas gourmet.
Cervezas 'premium'. Habíamos quedado en que esto no era irse de cañas, pero siempre habrá alguien que prefiera "calentar" con una buena cerveza. Elige variedades Premium y siempre en botella; las latas están prohibidas. Negras, de trigo o de elaboración artesanal, aportan un toque de distinción.
Hilo musical. Casi tan importante como lo que entra por la boca, es lo que entra por los oídos. Tu reputación en el trabajo depende de lo que suene. Arrincona el pachangueo y la electrónica machacona para que tu salón no parezca un after y opta por una selección que vaya in crescendo. Empieza con algo de bossa o soul y acaba colando tus pequeños hits indies. Verás como te piden la lista al día siguiente.
Aupa el 'smirting'. Aunque seas un furibundo antitabaco, tendrás que habilitar una zona para fumadores. Un balcón o la habitación de invitados (con la ventana abierta) permitirán que los invitados que quieran echar un cigarro no tengan que bajar a la calle. El tabaco perjudica seriamente la salud, pero puede ser un aliado a la hora de flirtear entre bocanadas de humo. Y recuerda: lo que pasa en el 'afterwork' se queda en el 'afterwork'…
Zumos 'detox'. No nos habíamos olvidado de los abstemios. Para que los colegas 'alcohol free' no se sientan discriminados, prepárales unos zumos 'detox', con losque sientan que ha merecido la pena saltarse por un día el gimnasio. Las mezclas de limón, manzana verde, pepino, naranja y un poquito de jengibre pelado te harán triunfar entre los sanotes de la oficina.
Un toque dulce. Después del picoteo, conviene tener preparado un pequeño remate dulce. Para no complicarte mucho la vida, apuesta por soluciones tan resultonas como una mousse de limón, que puede estar hecha desde primera hora de la mañana. Bate lecha evaporada refrigerada previamente, zumo de limón y azúcar. Sirve en vasitos y prepárate para recibir los más encendidos elogios.
A las 10, todos fuera. Se sabe cuándo empieza un 'afterwork' pero no cuando termina. Se prudente con los tiempos y procura que la cosa no se alargue más allá de lo necesario: ¡que al día siguiente hay que madrugar! Si alguien propone seguir con la juerga y tomar la penúltima, que sea en un bar o en una discoteca. Ten en cuenta que tu necesitarás una hora más (como mínimo) para recoger.