¡PONTE MANOS A LA OBRA!
Después de desayunar, comer, merendar y cenar. Si te acostumbras a incorporar a tu día a día este sencillo hábito verás cómo mantienes a raya la báscula. ¿Eres un pozo sin fondo? Razón de más para incorporar a tu dieta este hábito que no solo mejorará tu salud y tu aspecto, sino que te hará perder peso sin darte cuenta. Toma nota.
Hablamos de dos cosas que van a cambiar tu vida. La primera, lavarte los dientes inmediatamente después de comer, y la segunda, si la limpieza dental no es suficiente, es masticar un chicle sin azúcar. Mano de santo. Ambos hábitos van a tener efectos inmediatos sobre tu línea, ya que perderás peso sin apenas darte cuenta, ya que evitarás ese picoteo tonto cargado de calorías que se suele dar especialmente en las sobremesas. Tanto si vas a un restaurante como si comes en tu casa o en la oficina, incorpora este sencillo hábito: lleva siempre a mano un cepillo de dientes y un paquete de chicles. ¡Ya verás cómo te cambia la vida!
No sabes la cantidad de calorías innecesarias que comes cuando, en teoría, ya has dado por finalizado el ágape. Ese toque dulce después del café (unas galletitas, un par de onzas de chocolate), ese trozo de queso que coges como si nada porque aún te queda un hueco por llenar. El pan, que siempre nos tienta pese a que nos sintamos saciados. Si una vez te das por satisfecho te lavas bien los dientes y masticas un chicle en el caso de que sientas aún algo de hambre, tu cerebro dará el ágape por finalizado y es así, restando calorías sin sufrir, sin modificar sustancialmente nuestra alimentación, como finalmente se acaba perdiendo peso y comiendo justo lo que necesitamos, sin pasarnos.
Los beneficios de este hábito van más allá de perder esos kilos que nos sobran. Todo el mundo sabe lo importante que es seguir una correcta higiene dental, que a menudo descuidamos porque nos encontramos fuera de casa o no le damos la importancia que se merece, sin saber que una higiene dental adecuada nos ahorrará muchos problemas de salud y dinero a medio y largo plazo. Dedica tu tiempo a cepillar bien los dientes, emplea un cepillo interdental si es necesario, da con la pasta que mejor te vaya y, sobre todo, visita al dentista al menos una vez al año aunque sea simplemente para una revisión.