Cada uno tiene unas cualidades
Blanco, con almendras, negro, con leche…Cada uno prefiere un tipo de chocolate y no, no son todos iguales. Os contamos cómo es cada uno y jugamos a averiguar cómo sois los fans de uno u otro.
Oh, el chocolate. En realidad, me gustaría que en Cocinatis solo escribiéramos sobre este maravilloso derivado del cacao. Supongo que somos legión aunque, claro, de cuando en cuando, nos encontramos cara a cara con seres humanos que nos dicen aquello de "no me gusta el chocolate". Les miramos con cara de póker, intentando averiguar si es realmente cierto o solo un postureo infame…
Otra cosa es que, al final, cada uno tiene su favorito. Porque, eso sí, chocolates hay muchos y ni todos saben a lo mismo ni son iguales para nuestra salud ni reflejan nuestra personalidad de la misma manera. Por eso, os contamos aquí cuánto engordan, cómo son y qué dicen de vosotros cuatro de los tipos de chocolate más habituales.
Con leche. Quizá el tipo de chocolate que, con más frecuencia, se nos viene a la mente. Es la variedad más popular y de la que más marcas encontramos en el supermercado. Se hace a partir del cacao, claro está y se le añade a la mezcla leche (leche en polvo, habitualmente), además de azúcar y, bastante habitualmente, sabor a vainilla. Suele estar por encima de los 50 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto, lo que supone el doble de la cantidad que suele tener el chocolate negro (ahora hablamos de él), lo que lo hace rico en hidratos de carbono. Y también en calcio, no todo iba a ser mal.
Si es tu preferido… eres una persona que ama el chocolate… siempre que tenga azúcar, claro. Creciste con las clásicas tabletas con leche y eres conservador así que prefieres seguir con tu tableta de toda la vida.
Negro. Bueno, aquí llegamos al lado oscuro del chocolate blanco. El porcentaje de cacao se suele especificar con un porcentaje, que puede llegar hasta el 90%. Normalmente, su adeptos te hablan de “yo soy del que tiene 72%” para explicar su adhesión a una u otra proporción. Es más amargo, ya que la cantidad de cacao deja fuera el azúcar o los aromas a vainilla, claro. Tiene alguna caloría más que el que tiene leche, aunque también es más rico en minerales. A saber, potasio, zinco, hierro… y mucho menos colesterol. También es rico en antioxidantes, presentes en el cacao, al tener mayor cantidad.
Si es tu preferido… eres una persona que ha evolucionado desde el gusto por el chocolate con leche a esta versión más adulta. Ha sido un proceso largo en el que seguro que has aprendido también a apreciar cosas como el vino o el queso azul. Te consideras maduro, pero hay cosas de las que no puedes prescindir. Y una es el chocolate negro.
Blanco. Se hace sin utilizar ninguna parte sólida del cacao, así que muchas veces se considera un derivado del chocolate en lugar u¡de una clase tradicional. Se hace a partir de una mezcla de azúcar, leche y manteca de cacao. El hecho de que no haya partes sólidas de cacao explica su color. Los minerales o los antioxidantes que encontrábamos en el chocolate negro no están presentes aquí y, sí, por norma tiene más azúcar aún que el que tiene leche.
Si es tu preferido… es porque siempre has sido una persona con gusto por lo singular y lo original, aunque sea a costa de no tomar “auténtico chocolate”. En tu pandilla siempre eres el que pide la hamburguesa vegana, el refresco de maracuyá y, claro está, el chocolate blanco.
Con frutos secos. Ojito, porque aquí suele haberlos tanto con leche como negros, aunque lo habitual es que sean de la primera variedad. Son esas tabletas rompemuelas que pueden llevar trozos de almendra, avellana o incluso cacahuete. Tienen un menor porcentaje en cacao (al llevar menos chocolate) y hay que sumarles las propiedades antioxidantes y la fibra del fruto seco que lleven.
Si es tu preferido… eres una persona aventurera, a la que le gustan las texturas complejas y, probablemente, estás más dispuesto a asumir retos que otros. Lo que es seguro también es que tienes una buena dentadura.