UNA MANERA BARATA Y SENCILLA DE DESAYUNAR
Es una de las grandes alternativas a la leche de vaca, y además se puede utilizar para elaborar todo tipo de derivados, desde quesos a yogures o mantequilla. Al contrario de las que venden en los supermercados, la leche de soja solo tiene que llevar dos ingredientes: agua y soja, nada de azúcares ni estabilizantes.
La leche de soja es interesante para todo el mundo, pero especialmente para veganos y vegetarianos, ya que es una fuente muy valiosa de proteínas. Además, tiene fósforo, decisivo en la buena salud de los nervios y el buen funcionamiento del cerebro, y numerosos aminoácidos esenciales, y es una buena aliada contra la descalcificación ósea.
No obstante, advertimos: el sabor de la leche de soja casera no va a tener nada que ver con el de las bebidas de soja ultraazucaradas que encontramos en el supermercado.
Ingredientes:
-1/2 taza de soja.
-1 litro de agua.
Preparación:
- Pon la soja en remojo unas 12 horas y después hervidla durante 30 minutos.
- Retira la soja, lávala con agua muy fría y friega los granos con las manos hasta que pierdan la piel.
- Tritúralos hasta conseguir una especie de pasta.
- Filtra la pasta con la ayuda de un colador de tela o de un trapo seco.
- Ve echando agua hirviendo en el colador y el resultado ya será leche de soja. Dependiendo de si la leche os gusta más o menos concentrada, añadid más agua a la pasta.
- Si quieres endulzarla, hiérvela y añádele azúcar (o preferiblemente edulcorantes naturales como la stevia o el ágave) y agítala bien.