RETOQUES ESTÉTICOS
¿Alguna vez has oído hablar del microblading de labios? Sí, como el que se hace en las cejas, pero para tener unos labios más perfilados y juveniles. Te contamos qué es, cómo se hace y cuánto dura.
El mundo de la estética y la belleza está en constante evolución, y una de las últimas tendencias que ha ganado gran popularidad es el microblading de cejas, puesto que la moda rige que ahora se deben llevar densas y bien perfiladas. Sin embargo, esta técnica sirve también para otras zonas del cuerpo, como los labios.
Conocido también como "microshading labial", esta técnica semipermanente ha revolucionado la forma en que se aborda la mejora y realce de la estética facial. ¿Qué es exactamente el microblading en los labios y por qué está capturando la atención de tantas personas en busca de labios perfectamente delineados y naturales? Te lo contamos.
El microblading en los labios es un procedimiento estético que consiste en la aplicación de pigmentos especiales en la piel para mejorar y dar forma a la apariencia de los labios. Esta técnica utiliza una herramienta manual, similar a un lápiz, con agujas ultrafinas en su extremo, que permite trazar líneas delicadas y precisas en la zona de los labios, simulando la apariencia de un delineador labial natural y definido.
A diferencia del microblading de cejas, que busca crear pelos individualizados, el microblading en los labios se enfoca en realzar el contorno labial y dar un aspecto más voluminoso y definido a los labios. Aunque también se pigmenta el resto de labio para que luzca más juvenil.
La elección del color del pigmento se realiza teniendo en cuenta el tono de piel y el color natural de los labios, para lograr un resultado lo más natural posible.
Antes de someterse al procedimiento, es esencial hacer una consulta previa con un profesional calificado y experto en microblading de labios. En este paso previo es cuando se llega a un acuerdo cliente-especialista, sobre qué tipo de forma y color se le va a dar a los labios. Hay que tener en cuenta que a veces queremos algo que no le sienta bien a nuestra fisonomía, por lo que hay que hacer caso la opinión experta para conseguir un resultado armonioso.
Dos días antes del microblading, la persona en cuestión también deberá proceder a hacerse una prueba de alergias, para descartar reacciones adversas a los pigmentos.
Tras descartar posibles reacciones alérgicas, el procedimiento comienza con la aplicación de un anestésico tópico en los labios para minimizar cualquier posible molestia. Posteriormente, el profesional procederá a utilizar la herramienta de microblading para implantar cuidadosamente el pigmento en la capa superior de la piel, conocida como epidermis. Habitualmente se aplica de fuera hacia dentro haciendo un efecto degradado.
La duración del procedimiento puede variar según la complejidad del diseño, pero generalmente oscila entre una y dos horas.
El microblading en los labios es una técnica semipermanente, lo que significa que no es permanente como un tatuaje tradicional o micropigmentación, lo que lo convierte en una opción para potenciar la belleza mucho más natural y realista. La duración del resultado puede variar según el tipo de piel, la edad, la exposición al sol y los cuidados posteriores al procedimiento.
Por lo general, los resultados pueden durar entre 1 y 3 años. Sin embargo, se recomienda realizar retoques periódicos cada 12 a 18 meses para mantener la frescura y el aspecto natural de los labios.
Después de someterse al microblading labial, es crucial seguir las indicaciones y cuidados proporcionados por el profesional para asegurar una correcta cicatrización y el mejor resultado posible. Algunos consejos comunes incluyen evitar la exposición excesiva al sol, evitar el contacto con productos químicos fuertes en la zona labial y mantener los labios hidratados con bálsamos recomendados.
Tampoco se recomienda tomar café o alcohol durante los primeros dos días, ni ir a sitios húmedos (playa, piscina, sauna…) durante las primeras dos semanas.
El microblading en los labios, igual que el de las cejas, es generalmente seguro y de bajo riesgo, siempre y cuanto se haga en manos expertas. Pero, como en cualquier procedimiento estético, existen ciertas consideraciones y posibles efectos secundarios.
Algunas personas pueden experimentar enrojecimiento, inflamación o una sensación de ardor temporal después del procedimiento, pero estos síntomas suelen desaparecer en unos pocos días.