ANTIENVEJECIMIENTO
En este artículo te explico qué son los hilos tensores, cómo se usan y sus desventajas, por las que han perdido la batalla contra otras técnicas como el ácido hialurónico.
Los llamados hilos tensores son una especie de sutura que ayudan a tensar la piel y los tejidos ayudando a la flacidez. Su uso se había popularizado en los últimos años, sin embargo, es probable que estén siendo desplazados por el ácido hialurónico y los inductores de colágeno.
Los hilos tensores pueden agruparse en dos tipos:
Suelen aplicarse en los pómulos, zona inferior de la cara, cuello, entre otras zonas; como efectos adversos de los hilos tensores pueden producirse hematomas y edema en la zona de inyección.
¿Por qué ha disminuido la demanda de los hilos tensores?
En mi opinión puede deberse a algunos inconvenientes de los hilos tensores, como la duración del efecto. Como he comentado, puede durar tan solo 3 meses. En cambio, el ácido hialurónico que se aplica para lograr un efecto lifting tiene una duración bastante mayor, de 12-18 meses.
Si bien es cierto que una de las ventajas de los hilos tensores es que no aporta volumen cuando solo queremos tensar, debemos comprender cómo ocurre el envejecimiento e intentar "retroceder" sus signos. Es decir, en muchas ocasiones la aparición de los surcos nasogenianos y de la flacidez en el tercio inferior de la cara es consecuencia de la pérdida de tejidos de soporte, por lo que aportar volumen y soporte con ácido hialurónico suele ser necesario. Sin embargo, puede ser de gran utilidad la combinación de ambos tratamientos.
En la actualidad existen otros inductores de colágeno con menos riesgo de hematomas y edemas, y sin la necesidad de introducir una "sutura" a la piel. Sin embargo, considero que los hilos tensores continúan teniendo su indicación en el tratamiento del envejecimiento cutáneo, sobre todo cuando no queremos aportar volumen o en combinación del ácido hialurónico.
En conclusión, lo ideal es realizar un abordaje global del envejecimiento a nuestros pacientes, teniendo siempre como guía las publicaciones científicas actualizadas.