PARA UNA GLASS SKIN
Sea cual sea tu tipo de piel, la doble limpieza coreana es un método eficaz para eliminar por completo los restos de maquillaje, impurezas y exceso de sebo, preparando tu piel para recibir los productos de tu rutina diaria con mayor eficacia. A continuación, te contamos todos sus beneficios y cómo aplicarla correctamente.
Existen muchas rutinas de cuidado facial para mantener la piel fresca, luminosa y saludable. Sin embargo, una de las más populares y efectivas a día de hoy es la doble limpieza coreana, un método ampliamente utilizado en la cosmética asiática que ha revolucionado la forma en que cuidamos nuestra piel. Su principal objetivo es garantizar una limpieza profunda sin alterar la barrera natural de la piel.
Esta técnica se basa en limpiar el rostro dos veces, con dos tipos de limpiadores:
1. Limpiador en base oleosa. Aplica una cantidad generosa de aceite o bálsamo limpiador sobre el rostro y masajea suavemente con movimientos circulares para eliminar el maquillaje.
2. Añade un poco de agua tibia para emulsionar el aceite y continúa masajeando para no obstruir los poros.
3. Enjuaga con abundante agua hasta eliminar por completo el producto.
4. Limpiador en base acuosa. Aplica sobre el rostro húmedo un limpiador en gel o espuma adecuado para tu tipo de piel.
5. Masajea suavemente con movimientos circulares, asegurándote de limpiar todas las áreas del rostro.
6. Enjuaga con agua tibia y seca la piel con una toalla limpia, dando suaves toques sin frotar. Este paso permite eliminar todo tipo de residuos o impurezas de nuestra piel, como las células muertas.
Una vez finalizados estos pasos, tu piel estará lista para recibir los siguientes productos de tu rutina, como tónicos, sueros y cremas hidratantes, maximizando así sus beneficios.
A pesar de ser una técnica efectiva, hay ciertos errores que pueden afectar sus resultados. La tiktoker Tati (@tatiencorea) nos comparte las cuatro razones por las cuales podrías no estar obteniendo los resultados esperados:
La doble limpieza es un paso esencial en cualquier rutina de cuidado de la piel. Si sigues los pasos correctamente y evitas los errores más comunes, notarás una gran diferencia en la textura, luminosidad y salud de tu piel. No olvides complementar esta técnica con una rutina de hidratación y protección solar diaria para obtener los mejores resultados.