EN ALICANTE
Un agricultor de Benidoleig, en Alicante, ha decidido regalar las naranjas de su huerta ante la situación de desesperación que se encuentra. El cartel que ha colgado resume en cinco palabras la condición en la que se encuentran muchos agricultores: pierden dinero y no les interesa recogerlas.
José cuenta que puso "el cartel porque no había manera de venderlas, para que la gente se beneficiara un poco y tuviera naranjas gratis". Producir un kilo de estos cítricos le cuesta 15 céntimos, pero se lo pagan, como mucho, a 12. En cambio los consumidores, terminamos pagándolo de media a 1 euro, por lo que a los agricultores no les compensa ni recogerlas.
El precio en algunas comarcas valencianas ha caído un 80%. La campaña está siendo catastrófica.