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Cáncer infantil

Roi, la inspiración para otros niños con cáncer: "Lo que vives te hace madurar de otra forma"

"Quiero acompañar a otros niños para que vean que es un proceso duro, pero que se supera", confiesa Roi.

Roi, diagnosticado con leucemia cuando tenía 14 añosAntena 3 Noticias

En noviembre de 2017 una noticia hizo tambalear la vida de Roi y la de toda su familia. Una noticia de las que te ponen la vida en pausa y el corazón a cien: "Me diagnosticaron leucemia con catorce años". En ese momento, Roi pasó de ser un niño con una vida normal a ser uno de los 300 casos que cada año se diagnostican en nuestro país. Ese mismo fin de semana se le subió a la UCI y se puso sobre la mesa su caso para encontrar el mejor tratamiento posible. En tan solo una semana, el hospital se convirtió en su casa.

"Que te den la noticia de que tu hijo tiene cáncer te impacta. A mis padres y a mi hermana al principio se les hizo duro, pero entre todos lo fuimos asimilando. Yo pensaba que si me veían bien, iban a llevarlo mejor, así que intentaba levantarles el ánimo", recuerda Roi.

"Eres un niño, pero lo que vives te hace madurar de otra forma". Y tanto. Quizás eso sea lo más sorprendente: cómo un adolescente de tan solo catorce años asumió la responsabilidad de mantener la calma y la alegría en su familia.

La lucha contra el cáncer son dos guerras, contra la enfermedad y contra ti mismo y tus propios pensamientos: "Te ves mal. Algunos medicamentos te hinchan, la musculatura se atrofia, el color de la piel cambia y los ánimos te juegan malas pasadas", admite Roi. Por suerte, la lucha no se hace en soledad: "Mis amigos y mi familia me apoyaron en todo. Quizás no podía conocer a gente nueva porque no podía salir mucho por ahí, pero los de siempre no se movieron de mi lado".

Afortunadamente, el tratamiento fue "genial" y Roi apenas sufrió complicaciones, algo poco común en estos casos, ya que los perfiles inmunodeprimidos tienden a enfermar con mucha más facilidad.

Necesidad de apoyo y recursos

"Los niños solo queríamos sentirnos acompañados"

La enfermedad no le dejó secuelas, pero sí una enorme conciencia sobre la necesidad de apoyo y recursos que hace falta destinar a investigación y a organizaciones de apoyo a los pacientes. "Yo al principio no quería ni salir de la habitación del hospital. Gracias a otro niño que también estaba hospitalizado empecé a animarme. Solo tenía siete años, la diferencia de edad era bastante, pero los niños solo queríamos sentirnos acompañados". Por ello, las asociaciones de asistencias a pacientes son de vital importancia en estos procesos: "Son gente que, sin ser nada, te lo dan todo", confiesa Roi.

Roi ha pasado de ser un paciente a ser voluntario en 'Bicos de papel', una asociación de Vigo a la que asegura deberle mucho y de la que ahora forma parte. "Enseñarles que si yo pude ellos también es lo mejor que puedo hacer, porque verte bien les anima y les da esperanza". Y la esperanza, cuanto te enfrentas a una enfermedad, es lo último que se pierde.