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Abusos sexuales

Rechazan rebajar la pena con 'el solo sí es sí' a un condenado por abusos sexuales a un menor que ocultó tener VIH

El Tribunal Supremo ha rechazado rebajar la condena de 10 años de prisión a un condenado por abusar sexualmente de un menor en un baño de un centro comercial y además ocultarle que era portador del VIH.

Detalle de la fachada del Tribunal SupremoEFE

La 'ley del solo sí es sí' no ha beneficiado en esta ocasión al condenado por abusos sexuales. El Tribunal Supremo ha rechazado rebajar la pena a un hombre, "portador del VIH", condenado a 10 años de cárcel por un delito de abuso sexual a un menor de 16 años.

El alto tribunal deja claro que "la revisión" de la condena "no se ha de realizar en términos rigurosamente abstractos". "Sino que, partiendo de que la pena impuesta en sentencia sea pena legalmente imponible es relevante determinar que sea además pena procedente, no solo conforme a las vigentes previsiones legales sino conforme a los elementos fácticos concurrentes en el relato histórico".

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias condenó al acusado a 10 años de prisión, una pena que estimaba "proporcionada a las circunstancias personales del acusado y a la gravedad del hecho" que cometió. En el momento que se cometieron los hechos la víctima tenía 15 años y cuando entró en el baño de un centro comercial de Gran Canaria y se dirigió "a uno de los boxes individuales pudiendo observar" que un varón, el acusado, "le miraba y le hacía una seña con la cabeza solicitándole pasar al lugar donde" el joven se encontraba, "a lo que este accedió". "Acto seguido el acusado entró en el box donde se hallaba el menor" y tuvo lugar el acto sexual.

En su defensa el condenado asegura que fue el menor el que le propuso mantener relaciones sexuales y asegurando que desconocía la edad de la víctima. El Supremo, sin embargo, da por "convincentes" las razones esgrimidas por el tribunal sentenciador. "Existió, al menos, dolo eventual, pues el autor pudo haber captado la edad de la víctima, menor de 16 años, por su aspecto aniñado y su apariencia acorde con la edad real. Ante la eventual duda el acusado no desistió, sino que siguió adelante, culminando su abuso sobre quien era menor de 16 años como su aspecto infantil denotaba", explican los magistrados.

El condenado era portador del VIH pero en ningún momento se lo dijo al menor y el tribunal valora que al mantener relaciones sin preservativo se aumentó "exponencialmente el peligro al no tomar cuidado alguno para impedir la transmisión de dicha enfermedad".

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