Lactancia
La dirección de la piscina ha pedido disculpas, asegura que todo fue un error del socorrista y que no hay ninguna prohibición de dar el pecho en sus instalaciones.
Silvia Vidal pasaba la tarde en la piscina municipal del Centro Deportivo San Diego, en A Coruña, con su pareja y su bebé de apenas un año. Cuando el pequeño necesitó mamar, salieron del agua, y se sentaron en un banco al lado de la piscina. Su sorpresa fue que en ese momento el socorrista se acercó a ellos y le pidió que se retirasen a los vestuarios ya que allí no estaba permitido dar el pecho, como no está permitido comer ni beber en ese espacio.
La mujer se quedó perpleja ante esta situación, trató de explicarle al socorrista que no entendía esa medida, pero se retiró e incluso se disculpó.
Desde la Asociación Alma Lactancia Materna aseguran que se trata de una situación que se repite más de lo que imaginamos, ya que todavía falta mucho para normalizar la lactancia en nuestra sociedad. "Parece que es algo que mancha o que desagrada, algo que nos hace sentir incómodos, cuando debería ser justo lo contrario", nos cuenta Eva González, su presidenta. "No responsabilizamos al socorrista, reaccionó como pudo en ese momento, es una situación que debe cambiar en la mentalidad de todos, para que cuando vemos a una madre amamantando a su hijo digamos, mira qué bien, qué bonito, voy a ver si necesita algo, en lugar de pensar; cómo puede hacer eso aquí".
Sara y su pareja han recibido la disculpas del centro, y también el apoyo de muchas madres y padres del entorno que apelan a la normalización de algo "tan natural como la vida misma" y "que a nadie debería molestarle".
"Los niños piden cuando quieren comer, en cualquier momento, y también cuando necesitan consuelo o apego, eso no se puede controlar y no deberíamos tener que retirarnos para hacerlo sin que se nos vea" asegura una madre lactante: "Eso no deja de ser una discriminación para las mujeres".