Volcán de La Palma
Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, La Palma y sus vecinos respiran cada vez más aliviados mientras ven cómo la actividad económica y las infraestructuras empiezan a recuperarse.
Tres años después del comienzo de la erupción del volcán de La Palma, se comienza a apreciar cómo algunas infraestructuras se abren camino bajo las coladas de lava. A vista de dron se aprecia el verde de los árboles que se abren paso sobre la ceniza, incluso en el interior del cráter del volcán. El campo de fútbol del barrio de La Laguna ha sido reconstruido, y su verde brillante destaca entre el negro volcánico, y los coches circulan sobre las carreteras que atraviesan la mole que dejó la colada del volcán. Todavía asoman restos de viviendas sepultadas, mientras algunos vecinos ya reconstruyen las suyas sobre la lava.
Se han tenido que reconstruir infraestructuras esenciales en tiempo récord y con una gran inversión y esfuerzo ya que todavía quedan zonas donde la temperatura es muy elevada. Queda mucho trabajo por hacer, pero hoy, más de mil días después de la erupción, La Palma va recuperando poco a poco su impulso económico.
Solo dos días después de que el volcán dejara de escupir lava, comenzó la reconstrucción de la carretera principal, donde los operarios trabajaron con temperaturas elevadísimas, en torno a los 480º. "Todo ha sido a través del reciclaje del material volcánico. En apenas cuatro meses pudimos garantizar el tráfico rodado de norte a sur", explica Amílcar Cabrera, ingeniero de caminos del Cabildo de La Palma.
También se está reconstruyendo la antigua carretera que pasaba por Todoque, un barrio que quedó sepultado por completo bajo la lava. "No estamos en la misma situación que hace tres años ni que hace dos años, pero seguimos reconstruyendo infraestructuras", afirma Sergio Rodríguez, presidente del Cabildo de La Palma.
Y no solamente se trabaja sobre el inmenso manto de lava que cubre parte de la isla, sino también sobre la ceniza de alrededor del cono volcánico, donde se está abriendo un sendero para que pronto los turistas puedan llegar hasta el cráter del volcán. "Desde un lateral del volcán se va a poder ver la parte interior del cráter ", explica sobre el terreno Jonás Pérez, guía de 'Islabonita Tours'.
Ahora mismo, el sendero que pasa más cerca del volcán es el principal reclamo turístico de la isla de La Palma. "Está siendo parte del motor económico en el que se va a tener que convertir este volcán", explica Jonás, mientras realiza una excursión con un grupo de turistas a los que les cuenta algunas anécdotas: "Estaba todo tan caliente que de repente salió una nube grandísima y se formó una niebla enorme…". Jonás, que ejerce de guía, asegura que hay que contar las historias que ha vivido la gente local de la isla.
Los científicos explican la presencia, tres años después, de terremotos en la isla. "Algún terremoto tendremos, como estamos teniendo alguna vez bajo la isla, no es que el fenómeno esté vivo, es que la isla está viva", afirma Stavros Meletidis, científico del Instituto Geográfico Nacional.
El volcán de Tajogaite sigue enfriándose mientras la isla bonita se recupera.
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