POR PRIMERA VEZ ANTE UNA CÁMARA
Desde hace unos años, José reside en una pedanía a tan sólo 25 kilómetros de Sevilla. Allí le localizó un equipo del programa Espejo Público al que ha relatado que un derrame cerebral que "por suerte", afirma, no mermó sus facultades mentales, le dejó postrado en una silla de ruedas.
Afirma que se enteró por los medios de comunicación de la implicación de su hijo en el caso de Marta del Castillo. José Carcaño asegura que perdona a su hijo aunque "ha hecho un disparate muy grande, es un palo muy fuerte y más para la familia de Marta".
El hombre con el que su ex esposa, Felisa Delgado, mantuvo una relación es, según José Carcaño, "un alcohólico empedernido, una mala influencia para Miguel". Francisco Javier, hermanastro de Miguel, es calificado por José como "agresivo".
José perdió el contacto con su hijo hace casi una década, los últimos ocho años los ha vivido en esta pedanía. Asegura que nunca olvidará las últimas palabras que le dijo: "No te desvíes del camino, sé bueno, aléjate del mal y procura no darle discursos a tu madre".
José Carcaño concluye afirmando que el piso de León XIII, lugar donde ocurrieron los hechos, siempre le dio "mal fario".