Navidad
En Ocaña han sido suspendidas de forma cautelar las actividades navideñas que superen los límites de decibelios. Los vecinos de Vigo, León y Toledo también están hartos de las festividades.
No ha empezado aún la Navidad y ya hay varios puntos del país en la que se ha desatado la polémica. Hay mucha indignación por parte de los vecinos, que se quejan principalmente del ruido y de la iluminación navideña. Sus protestas han llegado a los hechos. El caso de Ocaña es la muestra de ello, donde el Ayuntamiento de la localidad toledana ha decidido prohibir casi todos los actos previstos para la festividad.
A los ocañenses se unen los vigueses, los leoneses y los toledanos, entre otros.
La asociación de vecinos de León Típico del Barrio Húmedo ya han reclamado al consistorio de la ciudad que se controle el volumen durante estas fechas. Piden que se estudien los decibelios a los que deben estar "los altavoces y amplificadores de sonido por los cuales se van a emitir música navideña", cita el medio 'iLeón'.
Los vecinos de este céntrico barrio de la localidad se quejan también de los horarios de la música. Están cansados del ruido de los pubs, bares y discotecas. Ahora son los numerosos eventos festivos los que le también les afectan. No pueden más. Pero por el momento todo transcurrirá con normalidad hasta que no se pronuncie la concejalía de Desarrollo Urbano.
Los vecinos están transmitiendo sus protestas a Luis Miguel García Copete, concejal del área, para que sea el "interlocutor y responsable último". Consideran que el barrio no es un "parque temático" y que es mucho más importante "la salud" de ellos, dicen algunos.
Más de lo mismo en la capital manchega. La programación de la Navidad en Toledo incluye todo tipo de actividades en el Casco Histórico. En concreto, es la plaza de Zocodover la que año tras año recibe a miles de turistas. Sin embargo, este año hay un nuevo elemento que resulta muy atractivo: una bola gigante de Navidad similar a la que hay en la Gran Vía madrileña.
Esta forma parte de un espectáculo de luz y sonido que comenzó el pasado 24 de noviembre y que durará hasta el 7 de enero. Ya para algunos residentes las pruebas de sonido fueron insoportables.
Pero ahora creen que la situación es extrema y por eso los vecinos del centro de Toledo han presentado un escrito al ayuntamiento para que se hagan mediciones acústicas con el objetivo de estudiar el impacto del volumen en las viviendas. En Ocaña estas quejas ya han tenido respuesta.
Dos vecinas de la Plaza Mayor de Ocaña presentaron una denuncia en la que protestaban por el exceso de ruido. Ambas viven en la misma casa y lo que pedían no era el cese de actividades previstas para la Navidad. Solicitaban que a partir de las 12 de la noche no hubiese ruido.
Y así ha sido. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº1 ha decretado la suspensión cautelar de los festejos que superen los límites de decibelios. "Será una Navidad silenciosa, no solo la Navidad, también las fiestas patronales, la Semana Santa", ha señalado el teniente alcalde de la localidad, Juan José Rodríguez.
Los hosteleros, por su parte, han recibido esta medida con mucha indignación. Julián es uno de los propietarios de la zona. Dice que si no recibe ingresos, cerrará el negocio porque en Navidad es cuando hace más caja.
En la ciudad olívica una noria gigante colocada en el centro está siendo una odisea para los vecinos. No solo han protestado por esto. Se quejan de la música, el mercado, las luces y las atracciones que para muchos suponen un espectáculo digno de ver. Pero para algunos vigueses está siendo insufrible.
Ya en el mes de agosto, once vecinos presentaron sus respectivas demandas contra el consistorio. Denuncian que el montaje vulnera su derecho a la intimidad personal y familiar. Abel Caballero, el alcalde de la ciudad, evitó en ese momento valorar el recurso. Según él es "un derecho de los demandantes".