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Llega la fruta de verano: estos son los riesgos de comprarla cortada

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria advierte de los riesgos de adquirir la fruta partida en los supermercados. Cuanto más ácida sea y más madura esté, más posibilidades de contaminación.

Para este fin de semana nos espera un episodio de calor que podría ser el más intenso para un mes de mayo de los últimos 20 años. Los termómetros alcanzarán en algunos sitios los 40 grados. Ese calor hace que nos apetezca más la fruta de temporada bien fresca, pero también que aumente el riesgo de deterioro si la compramos ya cortada.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, comprarla así incrementa el riesgo de crecimiento de microorganismos patógenos, como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes. Es una de las conclusiones del informe que han elaborado a partir de datos científicos y que está centrado en las condiciones de conservación de la sandía, el melón, la papaya y la piña.

"No todas las frutas son iguales"

En ese informe, la AESA asegura que cuanto más ácida sea y más madura esté, mayor será el riesgo de deterioro y contaminación. Por eso la piña, al ser más ácida, es la que mayor riesgo presenta. Del mismo modo, cuando vayamos al supermercado, es importante que evitemos comprar las frutas por mitades que veamos muy maduras.

Además son especialmente importantes las condiciones de conservación de las frutas cortada en los establecimientos. "Puede permanecer hasta tres horas a temperatura ambiente sin que eso implique un riesgo microbiológico significativo", apuntan. Pero esa temperatura no debe superar los 25 grados, el lugar debe estar ventilado y protegido de la luz solar.

Otra de las recomendaciones a los comerciantes es que extremen la higiene en los utensilios y las superficies de corte y que eviten ellos también usar para este fin las piezas con alta maduración o que presenten alguna herida en la superficie.

Cómo conservarla en casa

Además, una vez que lleguemos a casa con la fruta cortada, tenemos que meterla en la nevera inmediatamente a menos de 5 grados. Recortar el tiempo que transcurre desde la compra de la fruta hasta su refrigeración en casa y mantenerla ahí hasta su consumo es lo más recomendable para su correcta conservación.

Son otras de las indicaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria para evitar riesgos y poder disfrutar de la fruta de verano en condiciones seguras, más aún con el calor que está por llegar.

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