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Volcán La Palma

Una hora y media para coger lo más esencial antes de que la lava del volcán de La Palma devore sus casas

La erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma ha provocado la evacuación de más de 6.000 vecinos. Asimismo, la lava sigue su curso hacia la costa y ya ha arrasado casi 200 casas. Por ello, numerosos vecinos han tenido una hora y media para coger lo más esencial.

El colchón, el sofá y algunos muebles son algunos de los pocos enseres que los vecinos de La Palma han podido salvar de la lava del volcán de Cumbre Vieja. Entre lágrimas, numerosos vecinos intentan transportar con los vehículos cargados los efectos personales que se han podido llevar.

Un vecino, Basilio, comenta que ha intentado recoger todos "los enseres" de unos amigos "que lo han perdido todo". Otra ciudadana de La Palma señala que no sabe lo que ha podido coger de su vivienda porque "no ha dormido en dos noches" a causa de la difícil situación que viven.

Una hora y media para recoger sus pertenencias

La lava que mana del volcán sigue su curso hacia la costa a unos 120 metros por hora arrasando todo lo que se encuentra a su paso, incluidas casi 200 casas, según el recuento del sistema Copernicus.

Por ello, los ciudadanos explican que les han dejado una hora y media para llevarse lo más esencial, ya que numerosas casas están siendo engullidas por la lava y los ciudadanos no saben si lo perderán todo y si su vivienda seguirá donde estaba cuando vuelvan. Además, la lava engullirá más viviendas tras haberse adentrado la colada en Todoque, una localidad de unos 1.200 habitantes en el municipio de Los Llanos.

Gases tóxicos y explosiones

Por su parte, los expertos y los responsables públicos están extremado las precauciones, ya que coinciden en que previsiblemente cuando la lava a 1.000 grados de temperatura entre en contacto con el agua salada, libere gases tóxicos y se produzcan explosiones.

Además, la proyección estima que la lava arrase en su camino hacia el mar unas 230 hectáreas de superficie agrícola no utilizada. En este momento, después de su seguridad, la segunda preocupación de los palmeros es saber cuántas viviendas quedarán arrasadas.

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