Incendios
Cada día se revisan, desde el aire, los más de 50.000 kilómetros de cableado eléctrico de las líneas de media y alta tensión que hay en Cataluña.
Como cada año para estas fechas, se inician una serie de campañas de prevención de incendios forestales. Iniciativas que cobran especial importancia ante un verano que se prevé muy caluroso y azotado por la grave sequía que vive nuestro país.
Una de esas campañas es la que realiza la compañía Endesa cada verano. ¿El objetivo? Garantizar la calidad y continuidad del suministro eléctrico y disminuir al máximo el riesgo de incendio en las masas forestales que rodean las líneas eléctricas. Helicópteros, drones e I+D se conjugan para proteger el medio natural que convive con esas líneas.
Un equipo de Antena 3 Noticias ha subido a uno de esos helicópteros para sobrevolar un área forestal de Tarragona. Cada día desde el aire se revisan los más de 50.000 kilómetros de cableado eléctrico de media y alta tensión que Endesa tiene en Cataluña gracias a una cámara termográfica que incorpora el helicóptero.
Los infrarrojos detectan si hay o no algún punto caliente (con una temperatura superior a la del propio cable, es decir, con riesgo de sobrecalentarse) algo imposible de detectar a simple vista y que puede indicar un mal funcionamiento del cableado por un deterioro prematuro debido a la acción de efectos adversos, principalmente meteorológicos.
"En el caso de detectar alguna anomalía, automáticamente se activa el mecanismo para arreglarlo de forma rápida", explica Francisco Javier López, responsable de la red de alta tensión de Endesa en Cataluña, a lo que añade que "eso permite el diagnóstico precoz y de esta manera adelantarnos a la posible avería con la intervención prácticamente inmediata".
La compañía utiliza también drones para comprobar el estado de la red eléctrica. Están equipados con cámaras de alta resolución que permiten captar imágenes de las líneas eléctricas, especialmente en puntos de difícil acceso.
Este aparato con tecnología puntera LiDAR es capaz de calcular, por ejemplo, si la distancia entre la vegetación y los cables es la adecuada y la que marca la ley. Si no es así, se actúa de forma inmediata. "Esto nos permite saber si las distancias entre la línea y su entorno son las reglamentarias o si tenemos que hacer una actuación de carácter urgente", explica Jesús Escudero, técnico de Endesa y piloto de drones.
El 60% de las líneas eléctricas que gestiona Endesa son aéreas y, por lo tanto, conviven de alguna forma con zonas boscosas o con vegetación. Por eso, una de las tareas esenciales es la tala y poda selectiva de la masa forestal -árboles, sotobosque y arbustos- que crece alrededor de las líneas eléctricas, respetando el espacio estipulado por la Administración entre el bosque y los cables más cercanos. Estos trabajos se realizan siguiendo los criterios de colaboración con agentes de cada territorio y han supuesto una inversión de 17,3 millones de euros este año.
La creación de corredores debajo de las líneas eléctricas que actúan como cortafuegos naturales es una tarea esencial a la que se incorporan cada año nuevos elementos. Es el caso de una máquina desbrozadora teledirigida que mejora las condiciones de seguridad y salud de las personas que ejecutan trabajos de tala y poda.