ASEGURABA QUE MEJORABA EL RENDIMIENTO DEPORTIVO

Dos testigos dicen que Torres Baena los inició en el sexo, a uno a los 10 años

Por primera vez hemos podido escuchar el testimonio de la supuestas víctimas del caso Kárate en la Audiencia de Las Palmas. Hoy dos jóvenes de 18 y 19 años han relatado cómo el principal acusado les convencía de que el sexo era bueno para convertirse en campeones.

Dos testigos han relatado ante la Audiencia de Las Palmas que sus primeras relaciones sexuales las tuvieron siendo menores con el principal acusado del 'caso Kárate', Fernando Torres Baena, y uno de ellos ha precisado que comenzaron a los 10 años y "no sabía qué era eso".

Los dos testigos, dos chicos de 18 años identificados solo con los números 7 y 9, han explicado al tribunal, tras un biombo y durante más de una hora cada uno, cómo fueron esos abusos y cómo Torres Baena les hizo mantener relaciones con las otras dos acusadas y con otros alumnos de su academia de kárate, pues les decía que eran buenas para mejorar el rendimiento deportivo.

Estos dos jóvenes son los primeros testigos que cuentan en audiencia pública los hechos que han llevado a las acusaciones a solicitar condenas que suman más de 600 años de cárcel para Torres Baena y tres de los colaboradores de su academia de artes marciales, en uno de los mayores procesos por abusos sexuales a menores que se ha celebrado hasta la fecha en España. El testigo número 7 ha explicado que comenzó a ir al gimnasio de Torres Baena a los siete años, pero a su casa de la playa de Vargas, en el sureste de Gran Canaria, acudió por primera vez con motivo de la celebración de un campeonato autonómico al que iba a asistir, aunque en esa ocasión no le sucedió nada.

Una semana después volvió, siendo ya campeón de kárate de Canarias, y se despertó porque Torres Baena le estaba haciendo una felación. A partir de ese día fueron muchas veces las que se desplazó a Vargas, donde el acusado, según ha desvelado hoy, intentó también penetrarle analmente al menos en tres ocasiones, y donde, al mes de su primer contacto con el principal acusado, tuvo sus primeras relaciones con las dos acusadas, las monitoras María José González (pareja de Torres Baena) e Ivonne González.

Después ha precisado, a preguntas de un magistrado, que sus relaciones con María José González fueron a los 11 años y con Ivonne González, a los 13. Este testigo ha relatado que en el chalet había hachís y alcohol y que él llegó a fumar droga porque se la ofrecía la pareja de Torres Baena, quien se paseaba por la casa desnuda para "que se fueran soltando".

El testigo número 7 ha manifestado que estaba obsesionado con las competiciones y que "entrenaba a muerte" y que Torres Baena le decía que mantener relaciones sexuales "era bueno y que otros campeones también lo hacían"; de modo que les hablaba prácticamente todos los días de sexo y decía que era "normal y natural". Así mismo, ha contado que cuando Torres Baena le practicó la primera felación alardeó de ello ante las dos acusadas en el gimnasio, donde también fue objeto de abuso por el principal acusado, quien además le dijo que su "madre estaba loca y que su padre no le quería".

El testigo número 7 ha indicado que, cuando tuvo "uso de conciencia", dejó de ir a Vargas y, a los 14 años, abandonó los entrenamientos para evitar las relaciones. También ha precisado que, cuando tuvo sexo con las dos monitoras, fue sin usar preservativos, porque ellas se burlaban de él si los pedía. El testigo número 9 ha declarado que entró en el gimnasio de Torres Baena a los 14 o 15 años para examinarse de cinturón negro, y desde el inicio le llamó la atención que entre algunas personas, "los mejores", se saludaran "dándose un pico", algo que también ha señalado que ocurría el testigo 7.

El número 9, que en varios momentos tuvo que interrumpir su relato porque rompió a llorar, ha explicado que a los 15 años Torres Baena le invitó a su chalet para asistir a un entrenamiento, pero que las primeras relaciones no se produjeron hasta dos semanas después, "en el sillón del salón de la planta baja" de las casa, adonde acudió después en muchas ocasiones. Las relaciones con Torres Baena eran orales y tuvieron lugar en el chalé y en un cuarto de la parte alta del gimnasio, aunque el excampeón nacional de kárate también le intentó penetrar analmente.

Así mismo, ha indicado que tuvo relaciones sexuales con María José e Ivonne y después con otros alumnos por indicación de Torres Baena porque "formaban parte del entrenamiento", igual que recoger su casa, y que el principal acusado no les dejaba tener "novios o parejas". "Para ser campeón tenía que hacer todo lo que él le decía", ha afirmado el testigo 9, que ha señalado también que Torres Baena sostenía que el sexo era "bueno" practicarlo con mayores y necesario para ser campeón, y que les "metía mano para que se acostumbraran a que les tocara".

El testigo 9 ha dicho que no se cuestionaba lo que Baena le decía y que lo que "pasaba era lo normal porque todos lo hacían", así como que nunca se lo contó a sus padres y que en esa época no tenía otros amigos, pues solo se relacionaba con gente del gimnasio porque "vivíamos para entrenar". Los dos testigos, que están aún bajo tratamiento psicológico, han relatado que denunciaron los hechos porque la Policía se puso en contacto con ellos.

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