Detención
La Policía Nacional ha detenido a dos 'influencers' que captaban a menores por su popularidad en las redes sociales y las llevaban a casa donde las agredían sexualmente.
La Policía Nacional ha detenido a dos 'influencers' en Madrid que captaban a sus víctimas por su popularidad en las redes sociales. Han sido arrestados por agredir sexualmente y grabar a varias jóvenes, según un comunicado.
Una denuncia alertó a los agentes de que en un domicilio del barrio de Villa de Vallecas podrían estar abusando sexualmente de menores, que dio lugar al comienzo de la investigación en diciembre. Tras las pesquisas, se logró la identificación de cuatro víctimas, todas menores.
Los agentes de la Policía accedieron al interior de la vivienda para su registro y allí vieron a otra menor que también había sido una posible víctima de estos hechos. También encontraron varios dispositivos electrónicos de almacenamiento, sustancias estupefacientes -GHB líquido y 'cocaína rosa'- y dos teléfonos móviles
Finalmente, el pasado 24 de enero se estableció un dispositivo de localización y se detuvo a los dos varones. Uno fue detenido como presunto autor de dos delitos de agresión sexual, un delito de violación, exhibicionismo, pornografía infantil y cinco delitos contra la salud pública. Al otro se le imputa un delito de agresión sexual
Tras su paso a disposición judicial, se decretó el ingreso inmediato en prisión para uno de ellos, que ya se encuentra en libertad provisional hasta el juicio tras un recurso de sus abogados.
Los detenidos son J. H e I. G., de 34 y 22 años. Contaban con más de 70.000 seguidores en Instagram y muchos más en TikTok, cuya cuenta ya ha sido cerrada.
La 'operación Network' ha identificado cuatro víctimas en las que se ha perpetrado la agresión y otra con la que lo intentaron. Aunque no descartan que pudiera haber más casos según avance la investigación.
Las víctimas narran que los arrestados las invitaban a la vivienda y una vez allí realizaban juegos con sustancias estupefacientes hasta que conseguían anular la voluntad de las víctimas.
Cuando las menores se encontraban bajo los efectos de las drogas, aprovechaban para agredirlas y grabar con sus móviles y las cámaras de seguridad las agresiones sexuales sin que ellas fueran conscientes de lo que les sucedía.
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