TRIBUNALES | 'CASO JULEN'

Los forenses piden datos del rescate de Julen para aclarar cómo se produjeron las lesiones

El juzgado instructor del caso Julen ha concluido la toma de declaraciones a testigos con los guardias civiles que intervinieron en el rescate del cuerpo y el ingeniero de caminos Ángel García, que coordinó las obras de urgencia para encontrar al pequeño.

El equipo forense que realiza la autopsia de Julen, el niño de 2 años que murió tras caer el pasado 13 de enero a un profundo pozo en Totalán (Málaga), ha pedido información sobre el rescate del pequeño para aclarar la manera en la que se produjeron las lesiones que presentaba el menor.

Fuentes judiciales han dicho que los patólogos quieren conocer las características del pozo y las acciones que se realizaron en la extracción y que pudieran haber afectado al cuerpo del menor.

Los facultativos quieren dicha información para aclarar y valorar el posible mecanismo de producción de las lesiones que presenta y por ello consideran importante conocer todo lo relacionado con las actuaciones realizadas por la Policía Judicial.

Esta mañana el juzgado instructor del caso Julen ha concluido la toma de declaraciones a testigos con los guardias civiles que intervinieron en el rescate del cuerpo y el ingeniero de caminos Ángel García, que coordinó las obras de urgencia para encontrar al pequeño.

En jornadas anteriores, el empresario que ejecutó el pozo de Totalán (Málaga), Antonio Sánchez ha asegurado a la jueza instructora que él cerró la prospección con una piedra y tierra.

Ha argumentado que tras la caída de Julen comprobó que se había rebajado la zona y que no estaba la piedra con la que había tapado el sondeo. Ha declarado que el pozo estaba a unos 45 centímetros por debajo de la cota donde había dejado la piedra y dentro de una zanja en forma de "L", por lo que ha reiterado que tras su trabajo se hicieron movimientos de tierra en la zona y quitaron la roca.

Su letrado, Javier Rodríguez, ha explicado que cuando se hace una prospección antes siempre se pone una boquilla de hierro para evitar que la tierra que sale vuelva a caer dentro y que tras comprobar su cliente que no había agua retiró dicha boquilla.

Además el pocero ha explicado a la jueza del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, instructora del procedimiento, que cuando se quita la boquilla siempre cae tierra y que esa es la tierra que había debajo del pequeño Julen de 2 años.

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