Sucesos
El padre Fran interpuso una denuncia contra su novia a principios de septiembre por sustraerle material informático
El cura de Málaga que está acusado de cometer agresiones sexuales contra varias mujeres había denunciado a su novia por robar material informático de su domicilio ante la policía. Del mismo modo, también le acusó de haber actuado así por despecho apenas unos días antes de haber sido detenido por las agresiones sexuales cometidas.
La novia es la misma mujer que había iniciado el proceso de denuncia contra Francisco Javier Cuenca. Lo hizo primero ante las autoridades eclesiásticas y posteriormente ante la Policía. Como prueba presentó algunos vídeos de cómo agredía sexualmente a sus víctimas
El portavoz del obispado de Málaga, Antonio Moreno, aseguró que ellos se habían enterado de todo lo ocurrido este lunes, pero más tarde admitió que la mujer había hablado de esas imágenes ya en agosto. Sin embargo, se limitaron a recomendarle que fuera a la Policía en lugar de actuar para frenar estas agresiones sexuales, lo que significa que actuaron incumpliendo los protocolos que marca la Iglesia ante estos casos.
Ahora, un medio local, Diario Sur, ha asegurado que la novia fue denunciada por el sacerdote a principios de septiembre por haber robado el disco duro donde contenía las agresiones sexuales y su modus operandi, junto con 3000 euros.
Al parecer y según indican los investigadores, esta denuncia fue clave en el caso ya que supone un reconocimiento de la autoría de las imágenes que había aportado previamente su pareja. El cura admitió también haber tenido una relación sentimental con la mujer y le acusó de haber actuado por despecho al interponer la denuncia contra él.
Al parecer, la novia llevaba un largo recorrido de denuncias contra el cura, ya que tal y como señala el papel que ha juzgado el Obispado de Málaga, en enero, la novia denunció ante el máximo responsable del Obispado de Málaga en Melilla lo ocurrido, y presentó las imágenes de las agresiones sexuales ante ellos. Sin embargo, no se aplicó ninguno de los protocolos que está establecido por la Iglesia.
La única acción que se llevó a cabo fue un traslado del cura a otra iglesia en ese mismo mes, sin embargo no ha sido hasta este septiembre cuando el Obispado le ha retirado la licencia para que no ejerza como cura, aunque continúan eludiendo responsabilidades.