UN SOLO ANTECEDENTE EN EL MUNDO
Una operación inédita en España y que solamente se había realizado otra vez en el mundo. Una de las grandes novedades es que la intervención preserva la función de la zona afectada.
La operación, muy compleja, fue un éxito. Tras un año de rehabilitación y mucho esfuerzo. Óscar hace una vida normal, incluso puede correr.
El paciente tenía un cáncer en el glúteo, y para curarle, los médicos tuvieron que extirparle un músculo necesario para caminar y sustituirlo por otro extraído de la espalda.
Un equipo multidisciplinar del hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha practicado esta operación pionera en España que ha permitido preservar la movilidad del paciente con un tumor maligno, al que le extirparon un músculo del glúteo, necesario para caminar.
La operación, que se practicó el 5 de agosto del año pasado durante ocho horas, tiene un solo antecedente en el mundo y ha facilitado que el paciente, que ya está libre de cáncer, pudiese caminar tras tres meses de rehabilitación y que, un año después, ya pueda correr, sin sufrir ningún efecto secundario importante por la extirpación del músculo de la espalda.
Un año después de la operación el paciente está libre de cáncer y camina sin necesidad de bastón, a pesar de que todavía sigue el proceso de rehabilitación.
Los médicos diagnosticaron al paciente, Òscar Muñoz, un sarcoma sinovial, un tipo de tumor maligno de partes blandas muy agresivo, y en un TAC de control realizado por otro motivo, se le había detectado un quiste dentro del glúteo medio; nuevas pruebas determinaron que se trataba de un tumor maligno sólo tratable con cirugía.
La intervención hacía necesario extirpar todo el músculo afectado, pieza vital para realizar el movimiento de la pierna al caminar, y que permite que la pelvis se mantenga estable y paralela al suelo, de modo que la operación dejaría fuertes secuelas al paciente, que solo se podría mover con dificultades o bien con la ayuda de un bastón o de muletas.
El cirujano responsable de la intervención, Roberto Vélez, especialista en patología tumoral de la Unidad de Cirugía Reconstructiva Osteoarticular del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Vall d'Hebron, optó por un tipo de intervención que le permitiera al paciente seguir con una vida profesional muy activa.
"El tumor nos obligaba a extraer todo el músculo y eso, en este caso, te deja cojo", ha explicado Vélez, que estudió la reconstrucción del músculo que había que extraer con otro similar de otra zona del cuerpo del mismo paciente.
El caso lo valoró el comité multidisciplinario de tumores del aparato locomotor, que decidió que, antes de la cirugía, el paciente se sometiese a quimioterapia y a radioterapia una vez acabada la intervención.
Finalmente, el 5 de agosto del 2015 entró en quirófano y en la operación participaron nueve personas, seis cirujanos, un anestesiólogo y dos enfermeras.
Se extrajo el músculo afectado por el tumor, pero se mantuvieron los vasos sanguíneos y el nervio para poder realizar la implantación del nuevo tejido, y se optó por el músculo dorsal amplio, con una estructura suficiente para realizar la misma función y la extracción del cual no afectaría a la vida del paciente.
"He pasado de ir en silla de ruedas a no necesitar las muletas y solo tengo unas pequeñas limitaciones en el movimiento", explica el paciente, que ha destacado que pasa por un proceso de aprender a caminar.