SEGÚN UN ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE MIAMI

La dieta mediterránea puede evitar daños cerebrales

La dieta mediterránea, que incluye pescado, legumbres, vegetales, frutas, cereales, carne, productos lácteos y vino en cantidades moderadas, ya ha mostrado anteriormente los beneficios para prevenir las enfermedades cardiovasculares.

El consumo de una dieta mediterránea puede contribuir a evitar daños cerebrales, según un estudio publicado este martes en Archives of Neurology. No obstante, los autores señalan que ningún estudio hasta ahora había examinado la relación entre el consumo alimenticio y los cambios en el volumen de materia blanca, un marcador de daños cerebrales crónicos. Las lesiones de la materia blanca cerebral se suelen dar en personas mayores de 60 años, particularmente en aquellas que son hipertensas o han sufrido un ictus.

El daño en las paredes de los vasos que nutren el cerebro puede provocar que se obstruyan, con lo que llega menos flujo y se daña la materia blanca. Este fenómeno, que es un indicador de los daños que pueden acabar en enfermedades neurodegenerativas como demencia senil, se ve en una resonancia magnética como unas manchas muy blancas, de ahí que se refieran a la sustancia blanca hiperintensa.

La doctora Hannah Gardener, de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, y su equipo evaluaron durante un año los datos de los hábitos alimenticios de 966 personas adultas, con una media de edad de 72 años, y posteriormente midieron el nivel de sustancia blanca hiperintensa a través de resonancia magnética.

"Aunque la dieta puede ser un importante indicador para predecir la enfermedad vascular, se sabe poco sobre la posible asociación entre los hábitos dietéticos y la materia blanca hiperintensa", indican los autores. Las imágenes revelaron que había menos sustancia blanca hiperintensa entre los participantes con un mayor consumo de productos mediterráneos.

Los investigadores puntuaron del 0 al 9 a los pacientes según los productos consumidos relacionados con la dieta mediterránea. Un 11,6% tuvo una puntuación de 0 a 2; un 15,8% de 3; un 23 por ciento 4; un 23,5% 5 y el 26,1% de 6 a 9.

Las mujeres tuvieron puntuaciones más bajas que los hombres y los investigadores observaron que los participantes que indicaron que hacían alguna actividad física, también eran más propensos a comer según la dieta mediterránea. Por otra parte, los participantes con las puntuaciones a partir de 6 también fueron los que tenían un índice de masa corporal más bajo.

"En resumen, el estudio sugiere una posible asociación protectora entre el aumento del consumo de una dieta mediterránea y los daños en los vasos", concluyen los autores. Los expertos apuntaron que la disminución de los daños cerebrales detectada pudo ser impulsada por la relación favorable de consumo de grasas monoinsaturadas, grasas que ayudan a bajar el colesterol en la sangre si se utilizan en lugar de las grasas saturadas,  sobre las grasas saturadas. No obstante, señalan que sería necesario hacer más estudios con otros grupos de población.

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