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¿Qué es lo que quiere hacer Estados Unidos en el mar Rojo y por qué se han negado tantos países?

Varios países, entre ellos España, han rechazado formar parte de la 'Operación Prosperity Guardian', impulsada por Estados Unidos.

Este domingo, la compañía 'Maersk' envió el primer convoy a través del estrecho de Bab el Mandeb, en la boca del mar Rojo, desde que los rebeldes yemeníes se pusieran en pie de guerra contra el tránsito por esa vía de buques relacionados con Israel, atacando con drones y realizando intentos de asalto y secuestros. Lo hizo con un buque militar de la marina de Estados Unidos como protección para evitar cualquier ataque de los rebeldes hutíes.

Con la marina estadounidense de escolta, la empresa informó que el lunes reanudaría las rutas por el mencionado estrecho, un paso necesario para unir Asia y el Mediterráneo y por el cual circula hasta el 12% del comercio global, según un informe elaborado por 'S&P Global Market Intelligence'. "Con la iniciativa 'Operación Prosperity Guardian (OPG)' en acción, nos preparamos para permitir que nuestros buques reanuden el tránsito por el mar Rojo tanto hacia el este como al oeste", anunció 'Maersk' mediante un comunicado.

¿Qué es la 'Operación Prosperity Guardian (OPG)'?

Se trata del primer triunfo para la OPG, la iniciativa "internacional" impulsada por Estados Unidos hace unos días y con la que se intenta conseguir que el conflicto entre Israel y Palestina en la Franja de Gaza se extienda en el mar Rojo, debido a los rebeldes hutíes, al resto del mundo con una eventual escalada militar, retrasos en los suministros, subida de importaciones o una crisis en el precio de la energía. No obstante, la OPG prácticamente solo ha dado problemas.

El punto de Bab el Mandeb y todo el mar Rojo tiene mucha presencia militar, la cual se ha intensificado desde el pasado 7 de octubre. Más de treinta buques de guerra de alrededor de una docena de estados sin fronteras con el mar se encuentran a menos de un día del estrecho. Estados Unidos, China, Japón, Francia e Italia cuentan con bases militares en la zona y había dos destructores estadounidenses, uno japonés y otro surcoreano en el mar Rojo para garantizar el paso seguro.

Asimismo, Estados Unidos, al igual que Reino Unido, ha mandado otros dos portaviones a la zona desde el inicio de las operaciones israelíes en Gaza. Sin embargo, nada de eso ha valido para repeler a los rebeldes hutíes. Con la OPG, el país liderado por Joe Biden ha añadido una fragata más, aunque británica.

Negativa España y varios países

Una operación en solitario habría sido vista como una forma de apoyar de manera directa a Israel en el conflicto, provocando el rechazo de las sociedades árabes y desplazando aún más a Washington en Oriente Medio. Por ello, la Casa Blanca buscaba revestir la OPG de un color internacional por el tránsito marítimo, algo que no ha sucedido.

De los 39 países que formaban la fuerza combinada que ya estaba presente en el golfo Pérsico y la zona occidental del océano Índico, dirigida por el propio Estados Unidos, tan solo doce habrían dado el visto bueno a la OPG, tal y como informaba el 'South China Morning Post'. Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, aseguraba que eran 20 los países interesados, entre ellos España.

Sin embargo, la realidad es que muchos de esos países, empezando por España, no participarán finalmente en la operación. Algunos de ellos enviarán buques y soldados, pero países como Francia, Italia, Australia, Dinamarca o Noruega se han retirado de la iniciativa.

La negativa más relevante, aun así, es la de los países árabes, que han mostrado su rechazo de manera pública. Entre ellos se encuentran Arabia Saudí y Egipto, que juegan un papel fundamental tanto en el mar Rojo como en la guerra en Gaza. Egipto, a pesar de que pierde dinero con el bloqueo en el mar Rojo, prefiere ejercer su presión diplomática hacia Israel para provocar el alto el fuego en la Franja.

Por otro lado, Arabia Saudí no quiere entrar en conflictos mayores con los hutíes. Desde Riad consideran que una implicación mayor como supondría la OPG entorpecería los intentos saudíes de firmar un acuerdo de paz con los rebeldes yemeníes apoyados por Irán.

China era una de las grandes bazas de Estados Unidos debido al parón del comercio mundial de sus exportaciones a Europa. Pese a ello, según indican desde los medios chinos, los cuales hablan incluso de "fracaso" diplomático estadounidense, Pekín habría declinado la opción de manera rotunda.

Desde el comienzo de la guerra y hasta el 19 de diciembre, los destructores del Pentágono han neutralizado 38 drones y lanzado varios proyectiles sobre el mar Rojo. A pesar de que Estados Unidos ha escoltado el convoy de 'Maersk', no es viable a nivel económico hacerlo de manera sostenida con otros barcos, además de que ya existen pérdidas millonarias al derribar drones con misiles que cuestas millones de dólares.

Por eso mismo, la opción de atacar objetivos terrestres en Yemen está cada vez más abierta. Tal y como apunta el 'New York Times', que cita fuentes militares en Washington, ya existe una lista de posibles blancos por si Biden da luz verde a los ataques. Aun así, sigue siendo una opción poco probable ya que Estados Unidos quiere evitar una nueva ratonera como la de Afganistán o Irak.