Mar Rojo
La llamada entre Joe Biden y Pedro Sánchez del viernes no fue fructífera.
España finalmente no formará parte de la misión internacional en el mar Rojo, operación que tiene el objetivo de proteger el transporte marítimo comercial de los rebeldes hutíes de Yemen.
No obstante, fuentes del Ministerio de Defensa han subrayado el compromiso de España con la paz y han abogado por crear una misión específica en el mar Rojo con "alcance, medios y objetivos propios".
De esta forma, España ha rechazado actuar a través de Atalanta, como decidió la Unión Europea y según la nota de prensa del Ministerio de Defensa, la misión Atalanta contra la piratería en el océano Índico "nada tienen que ver con los que se pretende alcanzar en el mar Rojo".
Joe Biden y Pedro Sánchez mantuvieron una conversación telefónica en la que el presidente estadounidense no consiguió convencer a su homónimo español de unirse al plan específico en el Mar Rojo. A pesar de que Biden detalló "la importancia de garantizar que el conflicto no se extienda por la región, lo que incluye condenar los continuos ataques de los hutíes contra buques comerciales en el Mar Rojo".
La operación militar bautizada como 'Guardián de la Prosperidad' y capitaneada por Estados Unidos es el plan de diez Armadas de todo el mundo para navegar con libertad por el estrecho de Bab el-Mandeb. Es la salida del Mar Rojo al Mar de Omán y al Océano Índico. Además de España, EEUU, Gran Bretaña y Francia participan Bahréin, Canadá, Noruega, Países Bajos y Seychelles.
Hace 20 días tuvo lugar un ataque a un buque de guerra estadounidense, conocido como EEUU USS Carney, y a unos barcos comerciales en el Mar Rojo por los rebeldes hutíes.