SIN VÍCTIMAS MORTALES NI HERIDOS
La policía de Noruega tan solo disparó sus armas de fuego en dos ocasiones -sin dejar ningún herido- a lo largo del 2014. De hecho, los agentes de policía tan solo desenfundaron sus pistolas en 42 ocasiones según informa el diario británico The Independent.
Estas cifras son las más bajas en los últimos 12 años. De hecho, en ese mismo periodo de tiempo -12 años-, tan solo 2 personas han muerto en el país nórdico por enfrentamientos con las fuerzas de la ley.
Curiosamente, la mayoría de policías noruegos, al igual que en Reino Unido, Irlanda o Islandia, patrullan sin ir armados.
Por el contrario, en un país como Estados Unidos, en donde los agentes van armados en todo momento durante su servicio, 547 personas han muerto a manos de la policía en los primeros 6 meses del 2015, de esa cifra, 503 han sido por disparo.
No obstante, estos números tan bajos no son solo propios del país nórdico. De hecho es una tendencia en la mayoría de Europa.
En Reino unido, por ejemplo, tan solo un sospechoso, que previamente había disparado a la policía, fue abatido a lo largo del 2014.
Haciendo una nueva comparación con Estados Unidos, donde cada vez más estados aprueban la ley conocida como "Open Carry" (texto que permite que ciudadanos con la licencia correspondiente puede andar por la calle armados), la policía disparó y mató a un total de 59 sospechosos en los primeros 24 días de 2015. Más que Inglaterra y Gales juntos en los últimos 24 años.
"Cualquier intento de desmilitarizar a la policía estadounidense, necesitaría ir acompañado de políticas que aumentaran la igualdad económica y racial de la población, y que diese una verdadera oportunidad a la población indigente", opinó un profesor de sociología de la Universidad de Michingan en referencia a lo complejo que es el escenario social de Estados Unidos.
Esta cita va referida a que los policías norteamericanos también engrosan las listas anuales de víctimas por armas de fuego.
En 2013, 30 oficiales fueron abatidos mientras estaban de servicio. Se remonta a 2012 la última vez que un agente de policía británico fue disparado mortalmente.
Sobre este asunto, el diario The Guardian, recogió las declaraciones de Peter Fahy, el comisario y superior, de la agente abatida en Reino Unido, "que los patrulleros no vayan armados, desgraciadamente, no implica que no acaben llevandose un balazo".