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Muere Isabel II de Reino Unido

Isabel II, así era la monarca con el reinado más largo de la historia británica

La reina Isabel II de Inglaterra nació en Londres (Inglaterra) el 21 de abril de 1926 y lleva reinando desde 1952, casi 70 años, cuando falleció su padre, el rey Jorge VI.

Elisabeth Alexandra Mary Windsor, la reina Isabel II de Reino Unido, nació en Londres el 21 de abril de 1926. Lo hizo bajo el título de alteza real y como tercera en la línea sucesoria. Estuvo al frente del trono de Inglaterra desde 1952, eso significa que el suyo ha sido el reinado más largo de la historia británica.

Era, dicen, ordenada y meticulosa y poseía un gran sentido de la responsabilidad. Amante del salmón, los juegos de mesa, los perros y los caballos... estudió en Palacio, con preceptores, asignaturas como historia, lengua, literatura y música.

Con 21 años se casó con Felipe de Edimburgo y el matrimonio recibió el título de duques de Edimburgo. Al poco nació el heredero, Carlos, príncipe de Gales. Luego vendrían tres hijos más: la princesa Ana, nacida en 1950; Andrés, duque de York, nacido en 1960; y Eduardo, conde de Wessex, en 1964.

Tras la muerte de su abuelo y la renuncia de su tío, su padre accedió al trono en 1936 y se convirtió en heredera. Isabel fue consciente de su papel desde muy joven y asumió con responsabilidad sus obligaciones de princesa heredera.

A principios de 1952, el rey Jorge VI falleció. Isabel recibió la noticia de la muerte de su padre durante un viaje en Kenia. El 2 de junio de 1953, Isabel II fue coronada reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en la antigua abadía de Westminster, en una fastuosa ceremonia a la que asistieron jefes de Estado y representantes de las casas reales europeas y que miles de personas pudieron seguir por primera vez a través de la televisión.

Durante su reinado conoció a 15 primeros ministros, varios Papas y en su álbum de fotos no faltaron las más importantes autoridades del momento. El año 1992 fue un punto de inflexión en su reinado: las desavenencias matrimoniales de sus hijos ocupaban las portadas de todo el mundo, se quemó su castillo de Windsor y su popularidad cayó en picado. Finalmente, acabó de hundirse tras la muerte de Diana. Así que decidió acercarse al pueblo. Buscó nuevos caminos para ofrecer una imagen menos fría y protocolaria y funcionó.

Los pocos que la conocían (casi nunca concedió entrevistas) señalan el alto sentido del deber y el apego a la tradición como los principales rasgos de su carácter. Aseguran que paseaba por Palacio apagando luces y además de poderosa, y longeva, Isabel fue también una de las mujeres más ricas del mundo.

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