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Reina Isabel II

Larga vida a Carlos de Inglaterra, el eterno heredero

El príncipe Carlos, heredero al trono británico, cumplirá este 14 de noviembre 74 años, de los cuales 69 los ha pasado esperando a asumir las responsabilidades de su madre, la reina Isabel II.

Carlos de Inglaterra nació en el palacio de Buckingham un año después de la boda de sus padres, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo, en la Abadía de Westminster.

Con casi 4 años, Carlos de Gales se convirtió en heredero al trono al asumir su madre la corona en febrero de 1952 por la muerte del rey Jorge VI mientras ella estaba en Kenia.

Carlos, es el príncipe que más años ha sido heredero a la corona de la historia británica y el que más años ha ostentado el título de príncipe de Gales, que recibió en 1958. En esa fecha, Carlos de Inglaterra recibió los títulos de duque de Cornualles y duque de Rothesay, el de príncipe de Gales le fue concedido años después y coronado con ese título por su madre en 1969 en el castillo galés de Caernarfon.

La vida del príncipe ha sido una larga espera dada la buena salud de la que ha acompañado a su madre hasta los 96 años. Ella no ha renunciado a su función de jefa de Estado después de prometer de joven que sería reina hasta la muerte. Aunque el fallecimiento de su marido el Duque de Edimburgo el pasado año supuso un gran golpe anímico

Carlos, de carácter introvertido, ha vivido a la sombra de su padre e intimidado por el fuere carácter de su padre, militar. Nunca se sintió a gusto con la vida social obligada por su cuna.

El príncipe se educó en el colegio Gordonstoun, al que había ido su padre y famoso por el alto nivel académico acompañado por una dura disciplina, como parte de la preparación como heredero.

A lo largo de su vida, Carlos ha mostrado su protección por el medioambiente, la preservación de especies en extinción o la arquitectura, lo que muchas veces le valió para ser criticado desde diversos sectores de la prensa.

El 29 de julio de 1981, el príncipe Carlos, con 32 años, se casó con lady Diana Spencer, hija del conde Spencer, en una suntuosa boda celebrada en la catedral de San Pablo, en Londres, ceremonia seguida por televisión por millones de personas en todo el mundo. Fruto de esa unión nació en 1982 Guillermo, segundo en la línea de sucesión, y dos años después lo hacía Enrique.

Sin embargo, aquel matrimonio visto por muchos como un cuento de hadas mostró pocos años después el otro lado de una realidad distinta, al revelar la prensa que el príncipe Carlos mantenía una relación extramarital con Camilla Parker Bowles. Ese matrimonio acabó oficialmente en 1992 cuando el entonces primer ministro John Major comunicó en el Parlamento la separación de los príncipes, que se divorciarían en 1996. Un terremoto sacudió la Casa Real Británica. Un año después, el 31 de agosto de 1997, Diana de Gales moría en un accidente de coche en París junto a su amigo Dodi Al Fayed.

Fue Carlos quien viajó a París para traer en un avión privado el féretro de lady Di. Aquellos momentos fueron los más bajos de la monarquía británica.

En abril de 2005, el heredero al trono se casó, tras el visto bueno de su madre, con Camilla, que adoptó el título de duquesa de Cornualles.

Tras prometer hace años que no se entrometería en asuntos que ha defendido hasta ahora cuando suceda a su nonagenaria madre y afirmar que respetará los parámetros constitucionales, le llega su momento. No puede fallar, lleva demasiados años preparándose para asumir su nueva posición.

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