Francia
A pesar de las cifras elevadas, el Ministerio del Interior francés asegura que los incidentes fueron de menor intensidad que la noche anterior.
Continúan los disturbios en las calles de Francia por cuarta noche consecutiva. Al menos 1.311 personas fueron detenidas y 79 policías resultaron heridos tras la muerte de un joven a manos de la policía el pasado martes cuando trataba de huir de un control de carretera. Así lo ha informado el Ministerio del Interior francés en su cuenta de Twitter tras una actualización.
Del total, 752 fueron arrestados por la Policía Nacional, 153 por la gendarmería y 406 la Prefectura de policía de París, según detalló la radio pública FranceInfo. Las autoridades francesas evalúan que los incidentes fueron de menor intensidad a pesar de las altas cifras de detenidos. "Gracias a la movilización de las fuerzas de seguridad interior en todo el país, el nivel las violencias cometidas fue de menor intensidad que la noche anterior", señaló la cartera en la red social Twitter.
A esas cifras se suma un total de unos 1.350 vehículos incendiados y desperfectos en unos 234 edificios, de acuerdo también a fuentes del ministerio de Interior. La noche fue más calmada en la región París, si bien no dejaron de darse incidentes graves en zonas de la periferia como Seine-Saint-Denis o Nanterre, donde tuvo lugar la muerte del joven. En lugares como Marsella, el Gobierno tuvo que mandar refuerzos durante la noche a petición del Ayuntamiento, Grenoble o Lyon fueron más preocupantes, con escenas de saqueos incluidas.
El Gobierno había puesto en la calle 45.000 policías en esta cuarta noche de disturbios con un dispositivo reforzado que incluía el despliegue de blindados ligeros de la Gendarmería. La cifra de detenciones en la noche anterior ascendió a 875 y hubo casi 300 policías heridos, aunque ninguno de gravedad.
Nahel, un joven de 17 años y de ascendencia árabe, recibió un disparo mortal por parte de un policía el pasado día 27 cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre. Las imágenes de los hechos, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en disturbios, sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.
El joven será enterrado este sábado, según había detallado la víspera Patrick Jarry, el alcalde de Nanterre. Asegura que la familia ha indicado que quieren que sea una jornada de "discreción" y "recogimiento" y ha pedido que no acudan periodistas.
El funeral de Nahel se ha celebrado este sábado en la intimidad a petición de la familia para no exacerbar la tensión que vive el país. Las exequias han comenzado a las 11:00 horas en la funeraria de Mont-Valérienm en la ciudad de Rueil-Malmaison, vecina de Nanterre, donde ocurrieron los hechos.
Según los testidos de 'Le Monde', muchos vecinos se Nanterre se han acercado a la funeraria a una prudente distancia. La familia ha dispuesto una comitiva de seguridad formada por amigos y allegados que han marcado un cordón para alejar a medios y desconocidos.
Los restos mortales del menor serán trasladados a la mezquita de Ibn Badis de Nanterre, donde se ha pronunciado el salât janaza, la oración fúnebre. La familia ha pedido de nuevo intimidad y llaman a la calma ante la tensión que se vive en el país.