El mundo ya ha superado el millón de muertes por coronavirus en el año 2022, según la OMS

Las cifras son trágicas: casi 6,5 millones de personas han perdido la vida desde el 9 de enero de 2020, fecha en la que un hombre se convirtió en la primera víctima mortal de la COVID-19. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de esta tragedia, la cifra total de muertos es como si hubiera fallecido casi toda la población residente en la Comunidad de Madrid, territorio que cuenta con aproximadamente 6,6 millones de habitantes.

Tan solo en lo que llevamos de 2022, se ha superado ya el millón de muertes por COVID-19 a fecha del 25 de agosto de 2022, tal y como confirmó este pasado jueves el director general de la OMS, Tedros Adhanom, quien ha dicho que "no podemos decir que estamos aprendiendo a vivir con la COVID-19 cuando sólo este año han muerto un millón de personas, cuando tenemos todas las herramientas necesarias para prevenir estas muertes".

Esta cifra llega a poco más de cuatro meses de que termine el año, con los expertos sanitarios avisando de que la pandemia no ha terminado y que aún falta mucho por hacer. Asimismo, Tedros Adhanom ha pedido a todas las autoridades gubernamentales del mundo que "redoblen sus esfuerzos" de cara a vacunar a aquellos sectores más vulnerables, bien sean personas mayores, personas que padezcan enfermedades, o profesionales sanitarios.

Crece la vacunación, aunque se estanca en algunos lugares

El número de dosis puestas en todo el planeta supera los 12.000 millones. En España, la vacunación ha sido un éxito, dado que el 93,1 % de la población tiene inoculada al menos una dosis, mientras un 92,8 % tiene la pauta de vacunación completa. La tercera dosis ha tenido una recepción menos positiva entre la población, dado que se ha inoculado en cifras mucho más bajas. Respecto a los niños de entre 5 y 11 años, casi un 60 % está ya vacunado.

A nivel mundial, preocupa la situación en África, donde apenas un 10 % de la población está vacunada, y donde escasea el suministro. Allí, hay países que tienen una tasa de vacunación inferior al 1 %, por lo que la OMS ha pedido que también se destinen vacunas a los países más vulnerables, como es el caso de Burundi, donde apenas un 0,2 % de la población estaba vacunada; de hecho, el presidente de este país, que negaba la enfermedad, terminó perdiendo la vida en junio de 2020 tras contraerla.