Mundo

Francia

Una mujer de 74 años vende su casa y los nuevos dueños le proponen vivir con ellos

La mujer había vivido con su marido desde "el 23 de diciembre de 1972" aunque llevaba toda su vida en esa casa.

Las manos de una ancianaFreepik

Una mujer llevaba 52 años viviendo en una casa situada en la pequeña localidad francesa de Cossé-en-Champagne. Con la muerte de su marido decidió poner en venta su casa hasta que consiguió venderla dos años después a una pareja. Para su sorpresa, cuando llegaron los nuevos propietarios, le ofrecieron quedarse a vivir con ellos.

"No podía creerlo", cuenta la mujer a 'Actu'. La familia de Maryline, de 72 años, llevaba viviendo en esa casa desde el siglo XIX. "Primero fueron inquilinos antes de convertirse en propietarios", ha explicado. "Mi madre nació en esta casa y mi abuela vivió allí", ha recordado.

La mujer había vivido con su marido desde "el 23 de diciembre de 1972". La casa era una granja y, aunque ellos no se dedicaban a la agricultura, tenían una empresa de refrigeración y criaban conejos. El matrimonio vivía con sus hijas hasta que crecieron y se mudaron.

Cuando falleció su marido en 2018, la casa se le hacía demasiado grande. Por ello, a pesar del vínculo que tenía con la vivienda decidió ponerla en venta un año después de que falleciera su marido.

Dos años después la casa encontró una nueva pareja propietaria: Grégory y Jean. Ambos residían en París, pero buscaban "volver a sus raíces" y llevaban tiempo buscando una casa con unos criterios específicos. "Queríamos un terreno natural, un río, un entorno natural propicio para desarrollar una actividad agrícola independiente", explican. Al ver la casa, supieron que su proyecto de "naturaleza campesina" estaba más cerca de hacerse realidad. "Nos dijimos: está aquí", han confesado.

La pareja consiguió la casa de sus sueños, sin embargo Maryline sentía tristeza por abandonar el que fue su hogar durante tanto tiempo. Pero la suerte le sonrió. Gregory y Jean no pensaban decirle "gracias y adiós", sino que "había que pedirle que se quedara a vivir allí".

Más de un año después, los tres han convivido como compañeros de casa. "Hay espacio más que suficiente y en París estábamos acostumbrados a compartir alojamiento, aunque no fuera con mayores de 70 años", han asegurado.

Aunque la idea era "darle tiempo para que busque y compre su casa", los nuevos dueños no tienen prisa por que Maryline se vaya. "No nos pisamos, Maryline tiene su habitación y nosotros la nuestra. ¡Vamos de compras juntos y también comemos!", han admitido.

Por su parte, la mujer les ayudó a entender la historia del lugar y ahora disfruta de esta nueva vida. "Cuando nos hacemos mayores, solo vivimos con personas mayores; vivir con jóvenes cambia la vida", ha afirmado.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Cargando...