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Milagro médico en Brasil tras separar a dos gemelos siameses unidos por la cabeza

Brasil ha sido testigo de un milagro médico después de que dos gemelos siameses que habían nacido con la cabeza unida hayan conseguido ser separados tras siete cirugías.

La medicina continúa avanzando a pasos agigantados y los milagros médicos cada vez empiezan a ser más frecuentes. El último ejemplo lo encontramos en Brasil, donde han hecho falta siete intervenciones quirúrgicas para conseguir separar a dos gemelos siameses que habían nacido con la cabeza unida. Casi cuatro años después de su nacimiento, los pequeños han logrado ser separados en lo que ya es considerado un hito en la historia de la medicina.

Los pequeños, Bernardo y Arthur, nacieron hace aproximadamente cuatro años en unas condiciones extremas que requerían de un auténtico milagro médico. Sus cabezas habían nacido unidas la una a la otra, y por lo tanto, se requería un método médico para conseguir separarlos. El peligro de que murieran durante una operación era tal que las probabilidades de conseguir separarles y lograr que vivieran eran casi nulas, pero, nuevamente, un milagro se ha abierto camino.

Gracias a los médicos, todo ha salido bien. Los padres de los niños nunca se rindieron y lucharon por salvar la vida a sus hijos, hasta que finalmente lo lograron. Han sido cuatro años de continuos procesos médicos, pruebas, pequeñas cirugías e intervenciones, que finalmente han servido para que, en una operación muy complicada, y con tecnología de última generación, los niños hayan conseguido ser separados. Un milagro que, en España, se podría comparar con los del doctor Cavadas, reconocido por sus numerosas intervenciones heroicas.

El peligro de las cirugías con el cerebro de por medio

Si hay un campo donde todavía los médicos necesitan indagar más para buscar soluciones es en el cerebro, la zona más vulnerable de nuestro cuerpo. Por ejemplo, si dos niños nacen con los brazos pegados, se puede llegar a buscar una solución mucho más sencilla, dado que las extremidades tienden a ser más fáciles de separar para los médicos. Sin embargo, el cerebro es un punto muy delicado, dado que puede llegar a provocar la muerte si no se actúa correctamente.

En el caso de los pequeños siameses, han sido necesarios cuatro años para poder llevar a cabo una operación muy arriesgada, que, gracias a la buena preparación de los médicos durante todo este tiempo, terminó saliendo bien. No obstante, la necesidad de continuar investigando cómo llevar a cabo cirugías que puedan salvar el cerebro sigue siendo primordial para futuros procesos en los que una parte tan importante del cuerpo como es la cabeza se vea involucrada.

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