Incendio
Decenas de personas continúan en estado muy crítico y al menos 17 han perdido la vida, 9 de ellos niños.
El peor incendio registrado en Nueva York en tres décadas ocurrió ayer, domingo 9 de enero, en un edificio en el barrio del Bronx, en torno a las 19:30.
Ha provocado al menos 17 muertos, 9 de los cuales son niños. El jefe del Departamento de Bomberos de Nueva York, Dan Nigro, declaró que hay al menos 63 personas heridas, 30 ingresadas y en peligro de muerte por la inhalación de humo.
Aunque la investigación continúa, todo parece indicar que una estufa eléctrica en mal estado fue la causa del incendio. La vivienda en la que se originó el fuego, por alguna razón, tenía la puerta abierta, por lo que se extendió con mucha rapidez. Además, otro factor agravante fue que las alarmas del edificio se ponían en marcha con mucha frecuencia, ya que "había vecinos que fumaban" y, por lo tanto, no se tuvieron muy en cuenta.
Entre los fallecidos hay 9 niños y de los más de 60 heridos, 30 están en peligro de muerte. Dotaciones con hasta 200 bomberos intentaron rescatar a las víctimas, pero estas se encontraban en pasillos de todas las plantas afectadas. Se prevé que aumente la cifra de fallecidos.
El Bronx
El Bronx es un barrio humilde, al norte de Nueva York, es una zona de inmigración y de recursos limitados, pero con ninguna característica que pueda explicar la dimensión del incendio que se ha producido, según explica el corresponsal de Antena 3 Noticias en Estados Unidos, José Ángel Abad.
El 30% de los vecinos del Bronx vive por debajo del nivel de pobreza. Los ingresos medios anuales son de unos 18.000 dólares, es decir, unos 16.000 euros. En el edificio donde ha tenido lugar el suceso, había muchos refugiados de países africanos como Gambia y Guinea.
La ciudad de Nueva York cuida mucho los detalles para evacuar los bloques ante un posible incendio. Este edificio no tenía los últimos sistemas antincendios porque existen diferentes niveles de obligatoriedad en función del año de construcción.
Con el fin de ayudar a los vecinos, muchos de los cuales aún no han podido volver a sus viviendas, se ha comenzado una recaudación, que ya ronda los veinte mil dólares.