Downing Street
El primer ministro británico arrastra un largo historial de escándalos, entre ellos, las fiestas ilegales en Downing Street durante el covid-19.
El primer ministro británico, Boris Johnson, arrastra un historial de escándalos y polémicas por las fiestas ilegales en Downing Street en plena pandemia de coronavirus. Sobrevivió a la moción de censura de su propio Partido Conservador: 211 parlamentarios 'tories' le apoyaron, frente a los 148 que votaron contra él.
La fiestas ilegales en Downing Street son sólo otro ejemplo más en su largo historial de escándalos y polémicas, de los que ha salido indemne. Además de las fiestas ilegales, también de sus dos divorcios, su matrimonio con una joven 24 años menor que él y una séptima hija fruto de una relación extramatrimonial.
Pero la polémica durante los últimos meses se centra en la gestión de la pandemia de coronavirus y las fiestas que realizó en Downing Street en los meses más duros del confinamiento y con restricciones vigentes para toda la población, como la prohibición de las reuniones sociales.
Ha tenido que pedir perdón en varias ocasiones: "Pido perdón por la impresión que haya podido dar el equipo de Downing Street", decía Johnson. Cinco de sus asesores más cercanos se fueron a la calle en una purga por intentar salvar el Gobierno. Y el expresó que asumía toda responsabilidad de que lo que ocurrió durante su mandato.
Pero ni pidiendo perdón ha evitado que la investigación saque a la luz la fiesta, peleas o faltas de respeto que se fomentaba en la sede del Gobierno y de nuevo, se disculpaba: "Quiero de nuevo ofrecer todas mis disculpas".
La moción de censura interna fue favorable para él, pero aún tiene que rendir cuentas ante la comisión parlamentaria que investiga si mintió. Johnson siempre ha negado que fuera consciente de que violase las normas. Sí reconoció que se equivocó en su gestión inicial de la pandemia porque estaba convencido de que el coronavirus no era tan peligroso.