SEPSIS MORTAL
Los especialistas creen que pudo deberse a una combinación de una infección respiratoria y la infección dental, agravado por un sistema inmunitario debilitado.
Una joven de 27 años, madre de dos hijos, estuvo a punto de perder la vida frente a sus propios hijos después de que lo que parecía una simple gripe invernal, resultara ser una sepsis mortal.
Roberta Alisauskaite, enfermera de salud mental y residente en Carmarthenshire, Gales, comenzó a sentirse "indispuesta" mientras trabajaba, pero atribuyó su malestar a un resfriado típico de la temporada. En ese momento también estaba siendo tratada por una infección en la muela del juicio, y tomaba antibióticos. Lo que hizo más difícil identificar la gravedad de su estado.
A pesar de encontrarse cada vez peor, la joven de 27 años continuó con su rutina diaria, cuidando de sus dos hijos: Sean, de ocho años, y Koby, de seis.Sin embargo, con el paso de los días su estado empeoró rápidamente. Empezó a sufrir fiebre muy alta, escalofríos, tos intensa y temblores incontrolables. El 20 de octubre, la situación alcanzó un punto crítico.
"Me desperté completamente empapada en sudor, con muchísimo calor, pero poco después empecé a sentir un frío extremo", relató la madre. Tras llevar a sus hijos al colegio, regresó a casa, donde su cuerpo entró en lo que más tarde supo que había sido un shock séptico. Confundida y delirando, intentó refrescarse con una ducha fría, sin ser consciente de la gravedad de lo que estaba ocurriendo.
Horas más tarde, sus hijos regresaron a casa acompañados por una vecina y encontraron a su madre inconsciente y sin poder responder. El hijo mayor, alarmado, llamó al 999 y explicó que su madre "no estaba bien". Ante la larga espera de una ambulancia, la madre de Roberta decidió trasladarla ella misma de urgencia al hospital, temiendo por su vida.
Roberta despertó más tarde en el Hospital General de Glangwili, donde fue ingresada de urgencia y tratada por sepsis con antibióticos y analgésicos intravenosos. Su temperatura corporal alcanzaba los 40,2 grados centígrados y los médicos confirmaron que, sin una intervención rápida, el desenlace podría haber sido fatal.
Aunque las pruebas médicas no lograron identificar con certeza el origen de la infección, los especialistas creen que pudo deberse a una combinación de una infección respiratoria y la infección dental, agravado por un sistema inmunitario debilitado.
Tras recibir el alta el 23 de octubre, Roberta decidió compartir su experiencia para advertir a otras personas. "Como madres, seguimos adelante y aguantamos, incluso cuando no nos sentimos bien. Pero un resfriado o una gripe pueden ser algo mucho más grave", afirmó.
La Fundación para la Sepsis del Reino Unido, recuerda que la sepsis es una emergencia médica y que reconocer síntomas como confusión, fiebre extrema, escalofríos intensos o dificultad para respirar, puede salvar vidas. El NHS recomienda llamar al 999 o acudir a urgencias ante la menor sospecha y confiar siempre en el instinto.
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