EN REINO UNIDO
Shana Grice, una joven de 19 años, falleció el pasado 2016 a manos de su expareja después de haber presentado hasta cinco denuncias ante la policía, que la multó por "hacer perder el tiempo" a los agentes. Ahora, los oficiales de la policía de Sussex (Reino Unido) se enfrentan a medidas disciplinarias.
Dos policías, uno de los cuales se retiró, se enfrentarán a procedimientos de mala conducta ante un presidente independiente en audiencias públicas los días 7 y 10 de mayo. Otro de los agentes solo se enfrentará a procedimientos internos de mala conducta, que se llevan a cabo en privado.
Según publica The Independent, no se tomarán más medidas sobre otros cinco oficiales investigados por el Independiente de Conducta Policial (IOPC), mientras que otros miembros del cuerpo, tres oficiales y tres empleados, ya recibieron "asesoramiento de gestión y más capacitación".
Shana Grice fuera asesinada en Portslade, cerca de Brighton. Michael Lane, su pareja, le cortó la garganta en su habitación y luego trató de quemar su cuerpo. Anteriormente había denunciado a su novio a los oficiales cinco veces en seis meses, pero recibió una multa de 90 libras (más de 100 euros) por hacer perder el tiempo a la policía.
En marzo de 2017, Michael Lane fue condenado de por vida con un período mínimo de 25 años. Su juicio provocó cambios en las comisarías para asegurar que las víctimas fuesen tomadas en serio por la policía.
Michael Lane persiguió a la señorita Grice colocando un rastreador en su coche, robó una llave de su casa para colarse en su habitación mientras ella dormía y merodeaba afuera de su casa.