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Guerra en Ucrania

Europa se la juega abriendo la puerta a un país en guerra

Bruselas abre la puerta a Ucrania y pide a los 27 concederle el estatus de “país candidato", por el que tanto ha peleado Zelenski. El Consejo Europeo del 23-24 de junio tendrá la última palabra. La Unión demuestra su compromiso con los ucranianos con un gesto muy simbólico y de mucha fuerza política. Fuentes comunitarias reconocen que, hasta hace poco, era impensable poder dar este paso con un país sumido en una guerra.

A la Comisión Europea no le ha temblado la mano. A pesar de las dudas iniciales, el colegio de Comisarios pide oficialmente a los 27 países europeos que le otorguen a Ucrania el estatus de “país candidato a la adhesión” de manera inmediata. Estamos ante el mayor apoyo político que podría recibir Kiev.

La presidenta de la Comisión no ha querido esconder sus afinidades y ha lucido en la rueda de prensa los colores de la bandera ucraniana, combinados entre su chaqueta y su camisa. Un guiño al que ha seguido un análisis exhaustivo con el que ha pretendido justificar su decisión. Los técnicos comunitarios consideran que el país, en los últimos años, ha dado pasos muy importantes en todos los capítulos analizados, tanto en los aspectos económicos, sociales, democráticos… como en términos de independencia judicial o de lucha contra la corrupción. Desde 2016, cuando la UE firmó con Ucrania un Acuerdo de Asociación, el país ya ha conseguido asumir el 70% de las normas y estándares comunitarios, y también forma parte ya de algunos programas muy relevantes como Horizonte o el famoso Erasmus.

Un paso que no es definitivo

El informe publicado hoy no es definitivo. Servirá de base para la discusión que van a tener los líderes europeos en su reunión en Bruselas los días 23 y 24 de junio. Son ellos, los 27 países, los que realmente tienen que decidir por unanimidad si se le otorga el estatus. Un dictamen que no está asegurado que salga adelante, ya que hay delegaciones que tienen dudas y que no quieren atajos, como Dinamarca o Países Bajos. Sin embargo, la opción favorable ha ganado mucha fuerza después del apoyo público que los presidentes de Francia, Alemania e Italia le dieron a Zelenski en Kiev. Un posicionamiento tan claro de las grandes potencias suele arrastrar posiciones dentro del Consejo Europeo.

En el caso de conseguirlo, la UE abriría el difícil camino de la adhesión, en el que ya le ha puesto deberes a Ucrania. Una hoja de ruta muy marcada, con muchas reformas pendientes de aplicar, que Kiev tendrá que ir cumpliendo si quiere afrontar un ingreso real en el club europeo. Entre ellas, el informe destaca la reforma de la administración, el nombramiento de los jueces del Tribunal Constitucional, los miembros del Poder Judicial, mejorar las políticas anticorrupción o aplicar la Ley contra los oligarcas.

Otro de los grandes desafíos es la pobre situación económica, ya que el país está hundido por la guerra y no se espera que se recupere en el corto plazo. Antes de la invasión, sus números eran envidiables: déficit del 2% y deuda pública por debajo del 50% (menos de la mitad que España). Ahora Bruselas analiza si su economía estaría a la altura de prosperar dentro de un mercado interno como el europeo, que es de los más competitivos del mundo.

Poco apetito para más ampliaciones

La Unión se enfrenta a otro condicionante que está muy presente en los pasillos de Bruselas. Hay poco apetito para seguir ampliando sin límites una Unión Europea que ya, a día de hoy, es bastante difícil de gobernar con 27 estados miembros. Los vetos, los bloqueos y la lentitud de los procedimientos con tanto socio hacen que no todas las capitales quieran dar la bienvenida a más estados. Fuentes europeas en privado nos reconocen que “los procesos de decisión cada vez son más complicados” y que, por eso, “hay gobiernos que no quieren aumentar más la lista”.

De hecho, las políticas de ampliación están estancadas desde 2018 y hay países candidatos que siguen esperando en la sala de espera sin turno fijo: Albania, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia o, el caso más llamativo, Turquía, que lleva más de 20 años como eterno aspirante.

En el caso de Ucrania, su punto débil sigue siendo la corrupción. La propia Von der Leyen lo puso de manifiesto en su reciente visita a Kiev el 11 de junio, asegurando que se tendrán que producir mejoras considerables en este campo. Según Transparency International, Ucrania se sitúa como uno de los países más corruptos del mundo, en el puesto 122 de 180 estados.

¿Y qué opina Rusia?

Rusia ha tardado poco en reaccionar al paso dado por la Comisión Europea. El portavoz de Putin, Dimitry Peskov, ha reconocido que siguen muy de cerca este proceso porque, aunque la UE es una organización política y económica, en los últimos meses está ganando mucha fuerza el componente defensivo de los europeos. Bruselas lleva tiempo tratando de coordinar los 27 ejércitos y de crear batallones propios que se puedan desplegar ante situaciones de emergencia. De hecho, el tratado comunitario tiene un artículo que garantiza la defensa colectiva en el caso de un ataque a uno de sus miembros. Es una cláusula que solo se ha activado una vez en la historia. Lo hizo Francia tras los atentados yihadistas en la sala Bataclán, el 13 de noviembre de 2015.

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