ESTADOS UNIDOS
Hasta ahora la veintena de ataques han causado al menos 87 muertos, mientras Trump asegura que "muy pronto" la ofensiva pasará a tierra.
En pleno debate sobre su legalidad el Comando Sur anunció que "el 4 de diciembre, bajo las órdenes del secretario de Guerra, Pete Hegseth, la Fuerza Operativa Conjunta Southern Spear llevó a cabo un ataque cinético letal contra un buque en aguas internacionales operado por una organización terrorista".
En su mensaje en la red social X, amplió que "los servicios de inteligencia confirmaron que el buque transportaba narcóticos ilícitos y transitaba por una ruta conocida de narcotráfico en el Pacífico oriental. Cuatro narcoterroristas varones a bordo del buque resultaron muertos".
Un nuevo ataque de las fuerzas armadas estadounidenses que tiene lugar tres semanas después del último que ocurrió el pasado 15 de noviembre y en plena controversia sobre la legalidad de las órdenes de Trump para acabar con el narcotráfico en la zona
Estados Unidos ha lanzado 22 ataques contra 23 supuestas narcolanchas: 11 de ella en el Caribe y 12 en el Pacífico Oriental. Acciones en las que han muerto 86 personas, mientras solo 3 han sobrevivido a los ataques.
En las últimas 24 horas el almirante Frank M. Bradley afirmó durante una reunión con congresistas que no hubo una orden de "matarlos a todos" por parte de Hegseth, cuando fueron eliminados dos supervivientes de un primer ataque contra otra presunta 'narcolancha' en el Caribe el pasado mes de septiembre.
"Mitch Bradley fue muy claro al decir que no recibió dicha orden, de no dar cuartel o matar a todos. Le fue dada una orden que, por supuesto, fue escrita con mucho detalle", afirmó el senador Tom Cotton, jefe del Comité de Inteligencia del Senado, al salir de una reunión informativa confidencial en el Capitolio.
Pero el representante demócrata de más alto rango del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Jim Himes, expresó su consternación por el ataque en aguas internacionales cercanas a la costa de Venezuela.
"Lo que vi en esa sala fue una de las cosas más preocupantes que he visto en mi carrera en el servicio público", dijo Himes. "Tienes a dos individuos en una situación extrema, sin ninguna posibilidad de moverse, con una embarcación destruida, que son abatidos por Estados Unidos", añadió.
Bradley asistió a la reunión informativa en la Instalación de Información Compartimentada Sensible del Senado en un momento en el que el Congreso agudiza su investigación sobre cómo se desarrolló el ataques contra la supuesta narcolancha en el Caribe y si hubo violaciones de las leyes de combate por parte de Hegseth.
Un segundo ataque contra la misma embarcación lanzado por las fuerzas armadas estadounidenses generó controversia sobre si era legal o si podía constituir un crimen de guerra. El Pentágono se enfrenta a peticiones para que publique el video sobre lo ocurrido.
Según The Wall Street Journal Bradley había concluido que los supervivientes del primer ataque del 2 de septiembre intentaban continuar con el transporte de drogas, lo que los convertía en objetivos legítimos. Tanto la Cámara como el Senado han iniciado investigaciones sobre el segundo ataque, en el que fueron asesinados esos dos hombres, añadieron los funcionarios.
A principios de esta semana, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, señaló que no vio supervivientes tras el primer ataque. "La cosa estaba en llamas", dijo el martes durante una reunión del Gabinete. "Explotó en medio del fuego y el humo. No se podía ver nada".
Hegseth aseguró que "esto se llama la niebla de la guerra" y añadió que, aunque vio el primer ataque en directo, luego pasó a otras reuniones y no se enteró del segundo hasta más tarde.
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