Trump
El FBI identifica al autor del ataque en un mitin de Trump en Pensilvania.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos ha identificado a Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, como el presunto autor de los disparos durante un mitin del expresidente Donald Trump en Butler, Pensilvania. Crooks, quien fue abatido por las fuerzas de seguridad, era residente de Bethel Park, ubicado en la zona metropolitana de Pittsburgh, a unos 70 kilómetros de Butler.
Según información confirmada por la cadena de noticias CBS, socios de la BBCen Estados Unidos, Crooks se graduó en 2022 de la escuela secundaria Bethel Park High School. Además, trabajaba en la cocina de un hogar de ancianos en Bethel.
Las autoridades aún investigan la motivación detrás del ataque, en el cual Crooks disparó desde el tejado de un edificio cercano al evento en el que se encontraba Trump con un fusil semiautomático tipo AR-15. El rifle de asalto fue comprado legalmente por su padre, como confirmaron fuentes oficiales a CBS. Además, se encontraron "materiales explosivos rudimentarios" en el vehículo de Crooks, que actualmente son analizados en las oficinas del FBI.
Un testigo identificado como Greg informó al corresponsal de la BBC en Estados Unidos, Gary O'Donoghue, que vio a un hombre con un rifle en un tejado minutos antes del incidente y alertó a los agentes del Servicio Secreto: "Notamos a un tipo arrastrándose, como un oso, trepando por el techo del edificio. Señalé al techo", relató Smith. El FBI señaló que Crooks no tenía antecedentes penales y que su identificación se logró mediante ADN, ya que no llevaba ningún documento con el que poder identificarle en el momento del ataque.
El ataque tuvo lugar mientras Trump celebraba un mitin al aire libre en los terrenos del Butler Farm Show. El expresidente fue rápidamente retirado del escenario por agentes del Servicio Secreto tras recibir un disparo en la oreja derecha, que lo dejó ensangrentado. Trump fue trasladado a un hospital y más tarde publicó en su plataforma Truth Social que había sido "alcanzado por una bala que atravesó la parte superior de mi oreja derecha", y añadió: "Supe de inmediato que algo andaba mal porque oí un zumbido, disparos, e inmediatamente sentí la bala desgarrándome la piel. Sangraba mucho, así que entonces me di cuenta de lo que estaba pasando".
El sheriff del condado de Butler, Michael Slupe, informó que un espectador murió durante el tiroteo, mientras que otros dos resultaron gravemente heridos y fueron trasladados en helicóptero al Hospital General Allegheny de Pittsburgh.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado el ataque en una declaración televisada a nivel nacional, además, agradeció que Trump hubiera sido retirado rápidamente del lugar. "No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia", afirmó Biden . Más tarde, el presidente habló con Trump para expresar su alivio de que el expresidente estuviera a salvo.
El jefe de la Oficina Federal de Investigaciones en la región, Kevin Rojek, declaró en una rueda de prensa que se trataba de un "intento de asesinato contra nuestro expresidente, Donald Trump" . El Servicio Secreto, responsable de la protección del expresidente, dijo que su personal había abatido al tirador y aseguró que Trump estaba "a salvo".
Crooks, esperaba en el tejado el momento adecuado para disparar al expresidente Donald Trump durante un mitin. Había conducido una hora hasta el evento, una vez allí estacionó su coche en las afueras del mitin y, sin portar documentación, se dirigió a un edificio cercano, y trepó hasta el tejado.
El fiscal del distrito del condado de Butler, Richard Goldinger, comentó: "Ahora hay que investigar si el sospechoso estaba trabajando solo o si había alguien más involucrado". Aunque no se encontraron vínculos con el terrorismo, la policía halló materiales para fabricar explosivos en el vehículo de Crooks.
El ataque ocurrió cuando Trump mostraba a sus seguidores un gráfico sobre el número de cruces fronterizos, apenas minutos después de iniciado su discurso. Los asistentes gritaron "¡Al suelo, al suelo!" y "¡Disparos!", y el Servicio Secreto rápidamente evacuó a la multitud y declaró la zona como escena del crimen. La confusión reinó mientras los seguidores de Trump se dispersaban, algunos rezando y otros coreando "¡USA!" .
El Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes anunció que investigaría el atentado, y destacó posibles fallos en los preparativos de seguridad. El representante James Comer, presidente del comité, pidió a Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto, que testificara en una audiencia el 22 de julio.
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