Se encontraba a 400 Km de la costa
El ARA San Juan, submarino de fabricación alemana incorporado a la Armada argentina en 1985 y reacondicionado hace pocos años, desapareció en el mar en Argentina.
13 de noviembre
El sumergible parte de Ushuaia, en el extremo sur de Argentina, y regresaba a su base en Mar del Plata, a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires. "No descartamos nada porque todavía nos está faltando saber dónde está el submarino y nuestra gente", dijo el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, en el último informe oficial del día.
15 de noviembre, 07:30
Tras dos días de travesía, el submarino informa de un problema en las baterías. Fue su último contacto. En ese momento se encontraba a 400 kilómetros de la costa argentina.
15 de noviembre, 10:55
Se registra una explosión. Las causas se desconocen, pero teniendo en cuenta una posible avería en las baterías del sumergible argentino, el Capitán de Fragata de la Armada Española, Santiago de Colsa, explica que "ha podido ser ocasionado por una alta concentración de gases explosivos que se generan cuando se recarga la batería".
Críticas a la Armada argentina
La noticia de la explosión, que oficialmente la Armada no ha confirmado que sea del submarino, ha sido un duro golpe para los familiares de sus 44 tripulantes, que esperaban alguna señal esperanzadora en la base de Mar del Plata.
Allí se han visto este viernes escenas de hondo dolor después de que las autoridades comunicaran a las familias de los submarinistas la última novedad. "No sé si van a volver sus cuerpos, y eso es lo que más me duele porque no le voy a poder llevar una flor", dijo Jessica Gopar, esposa del cabo principal Fernando Gabriel Santilli, uno de los 44 desaparecidos.
Entre las críticas por las demoras en la búsqueda, la falta de información y el presunto mal estado del navío, en su drama personal el común denominador entre los familiares es de angustiosa desesperanza. "Me llamó el jefe de mi hijo desde la base de Mar del Plata confirmando la explosión y que están todos muertos", contó Tagliapietra, padre del teniente Alejandro Damián.
En rueda de prensa, Balbi aseguró que ninguna unidad de la Armada zarpa sin estar en condiciones operativas de "total seguridad", negó que la Armada tuviera el dato sobre la anomalía acústica con anterioridad a este miércoles y aseguró que el inicio del plan de búsqueda del submarino se hizo en "tiempo y forma".
"Es un momento crítico. Entendemos a los familiares, los acompañamos en la preocupación, en la incertidumbre. (...) Estamos trabajando para tratar de detectar y localizar el submarino", afirmó el portavoz de la Armada.
Consultado sobre las declaraciones acerca de la supuesta muerte de los submarinistas, insistió en que, hasta que no se tenga una "evidencia certera de dónde está" el submarino, no se puede "concluir con una afirmación contundente" sobre qué sucedió con la tripulación.
El ministro de Exteriores argentino, Jorge Faurie, expresó este viernes su solidaridad con los familiares de los marinos y el agradecimiento a los cerca de 4.000 profesionales de Argentina y de otros trece países que participan en el operativo de búsqueda.
"Hoy es un día de bastante angustia e inquietud para todos los argentinos. Nosotros, como toda la población, estamos muy movilizados", dijo este viernes Faurie, el único miembro del Gobierno que se ha pronunciado sobre este asunto, ya que hasta ahora ni el ministro de Defensa, Oscar Aguad, ni el presidente, Mauricio Macri, salvo una breve mención en un acto hace dos días, han salido públicamente a hablar del suceso.
La búsqueda continúa en una amplia zona del Mar Argentino, aunque con los esfuerzos concentrados en el punto de la explosión captada, adonde llegó este viernes el buque Skandi Patagonia, de la petrolera francesa Total, con militares argentinos y equipos de rescate de la Armada estadounidense.
En el puerto de Comodoro Rivadavia continuaba el alistamiento del buque Sophie Siem, de la petrolera chilena Sipetrol, para embarcar más material de rescate de la Armada de Estados Unidos.