Brasil
Ruth Ferrero, profesora de ciencia política, analiza en Antena 3 Noticias el asalto a las tres principales sedes de Brasil de simpatizantes de Jair Bolsonaro.
Miles de seguidores del expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, asaltaron este domingo las sedes del Congreso, Presidencia y del Tribunal Supremo en Brasil. Reclamaban una intervención militar para echar a Luiz Inácio Lula da Silva del poder, que había tomado posesión hace una semana.
Más de siete horas después del ataque, Bolsonaro negó su responsabilidad. El expresidente aseguró que durante su mandato "siempre" ha cumplido con la Constitución, "respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad".
La situación vivida recuerda al asalto al Capitolio de Estados Unidos, ocurrido hace dos años. Ruth Ferrero, profesora de ciencia política, analiza en Antena 3 Noticias lo ocurrido.
"Lo que estamos viendo nos recuerda mucho a lo acontecido ahora hace dos años en Washington, pero hay varias diferencias entre lo que sucedió en Estados Unidos y en Brasil", comienza Ferrero.
Brasil vive su particular asalto al Capitolio
La primera diferencia entre los dos asaltos es la falta de representantes en las instituciones brasileñas. Lula da Silva se encontraba en aquel momento de viaje en Araraquara, en São Paulo. "No hay un golpe directo a las personas que ostentan el poder", subraya.
En Brasil ya se había realizado el traspaso de poderes, a diferencia de Estados Unidos. El asalto al Capitolio se realizó días antes de que Joe Biden se convirtiera en presidente. "Trump alentaba a esas personas desde una posición de presidente saliente, aunque no había sido todavía relevado", explica.
La manera en que se ha resuelto la situación fortalece la figura de Lula
"Por último, hay que analizar y ver cómo Jair Bolsonaro ha estudiado al milímetrotoda la puesta en escena de estas masas primero saliendo del país o no haciendo el traspaso de poderes de manera legítima", destaca sobre la situación.
La figura de Lula da Silva, reforzada
El actual presidente de Brasil decidió paralizar su viaje y tener una reunión de emergencia con sus principales ministros de Justicia, Defensa y de Relaciones Institucionales. La reunión dio paso a la intervención federal para detener la invasión de los bolsonaristas y "garantizar la seguridad pública".
El asalto a las tres sedes en Brasil puede llegar a fortalecer la figura de Lula da Silva. "La manera en que se ha resuelto la situación fortalece la figura de Lula y la democracia brasileña", subraya.
Aunque también sale cuestionada la figura de Bolsonaro. "Tenemos que hablar de extremas derechas que cuestionan directamente las democracias representativas y que no deberían formar parte del juego político democrático", concluye Ruth Ferrero.