Asalto Brasil
En la tarde de este domingo, miles de seguidores de Bolsonaro asaltaban la sede de la soberanía popular brasileña para intentar desbancar del poder al presidente electo, Lula da Silva.
El recién nombrado presidente de Brasil, Lula da Silva, acaba de comparecer para anunciar la intervención federal tras el asalto de miles de seguidores de Bolsonaro a la sede del Congreso de Brasil.
Los seguidores han atacado a policías que acordonaban el edificio y han destruido barreras de protección con palos hasta entrar en el edificio. También han entrado en el Tribunal Supremo y en el edificio presidencial.
Los seguidores de Bolsonaro, el ya expresidente, se niegan a aceptar los resultados de las elecciones y piden una intervención militar para desbancar del poder al líder del Partido de los Trabajadores.
Ahora, nada más conocer la noticia, el presidente brasileño, que tomaba posesión hace una semana, ha comparecido para denunciar los hechos y anunciar la intervención federal. Da Silva ha firmado un decreto por el que el Gobierno del país asume todas las competencias de seguridad en el distrito federal de Brasilia.
"Es preciso que esta gente sea castigada de manera ejemplar y que nadie con la bandera de Brasil haga estas cosas", ha añadido el mandatario brasileño, que en los últimos comicios lograba el apoyo del pueblo frente al por entonces presidente del país.
En esta línea, Lula da Silva ha anunciado la interrupción de su viaje y su vuelta a Brasilia: "Vamos a intentar descubrir quién financió todo esto y quién pago la estancia de todos los que han venido a realizar el asalto. Investigaremos también si alguien del gobierno federal está metido en esto", ha sentenciado tajantemente.
Primeras destituciones tras el asalto
Tras conocer la gravedad de los hechos, el gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, ha anunciado la destitución de su secretario de Seguridad, Anderson Torres.
"He decidido destituir al secretario de Seguridad del Distrito Federal y he ordenado poner en la calle a todas las fuerzas de seguridad con la determinación de detener y castigar a los responsables", ha asegurado a través de su cuenta de Twitter tras solicitar apoyo al Gobierno federal y poner a disposición de este todas las fuerzas de seguridad estatales.
Los antidisturbios entran al Palacio Presidencial de Planalto
Ahora, un amplio grupo de policías antidisturbios han entrado al palacio presidencial de Planalto, sede del Gobierno de Brasil, tras este asalto por parte de los radicales de extrema derecha que ya ha recibido una condena a nivel internacional, incluida la del presidente del Gobierno español.
Decenas de agentes han subido la rampa que da acceso a la primera planta del palacio disparando gases lacrimógenos, mientras otro grupo de uniformados han rodeado por completo el edificio. En estos momentos, todos los cuerpos policiales regionales se encuentran bajo las órdenes directas del Gobierno federal.
"Aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando gobierno, para hacer lo que hicieron", ha dicho Lula, prometiendo perseguir a todos los participantes de este asalto, a los que ha tildado de "fascistas".