Reino Unido
Los británicos están llamados a las urnas este jueves y todo apunta a un cambio de ciclo político.
En la recta final de la campaña para las elecciones generales del Reino Unido, el primer ministro en funciones, Rishi Sunak, ha intensificado sus advertencias contra una posible mayoría absoluta del Partido Laborista. Los británicos acudirán a las urnas este jueves, en unas elecciones que podrían marcar un cambio significativo en el panorama político del país.
Sunak, consciente de la creciente ventaja de los laboristas en las encuestas, ha asumido responsabilidades por la frustración que muchos ciudadanos sienten hacia su gobierno. Sin embargo, ha enfatizado los peligros de una mayoría absoluta laborista, describiendo la posible "supermayoría" como un "gobierno sin control". Según Sunak, un mandato tan amplio para los laboristas equivaldría a entregar un "cheque en blanco" al Partido Laborista, lo que podría tener consecuencias imprevisibles para el país.
Keir Starmer, líder del Partido Laborista, se perfila como el principal beneficiario del descontento popular. Con una intención de voto que supera el 40%, casi el doble de la de Sunak, Starmer ha mantenido una campaña centrada en el cambio y la renovación. "Tenemos una tarea, que es hacer de este verano, un verano de cambios", ha declarado, donde destacaba su visión para el futuro del Reino Unido.
En esta cuenta regresiva para las elecciones, Nigel Farage, conocido por su retórica populista, también está haciendo sentir su presencia. Con una intención de voto que supera el 14%, Farage podría arrebatar un significativo número de votos al Partido Conservador. Su último mitin ha sido prueba de su capacidad para movilizar a los votantes descontentos con el estatus quo.
El líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, también está en la contienda, buscando posicionarse como un posible mediador entre las dos principales formaciones. Con una campaña dirigida a captar votos estratégicos, Davey espera desempeñar un papel crucial en la configuración del próximo gobierno.
Los “tories” enfrentan la posibilidad de su peor resultado electoral en 200 años, según algunas proyecciones. La caída en el apoyo popular y el ascenso de los laboristas plantean un escenario desafiante para Sunak y su partido. La perspectiva de una mayoría laborista ha llevado a una intensificación de la retórica conservadora en un intento de movilizar a sus bases y evitar un resultado catastrófico.
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