Líderes del procés
Los líderes del procés han vuelto a prisión esta tarde tras la decisión del juez de revocar la semilibertad que les otorgaba el tercer grado que les permitió participar en las elecciones catalanas del 14-F. Entre protestas independentistas, han regresado a la cárcel tachando de injusta su situación y asegurando que seguirán trabajando por el independentismo.
Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart han vuelto hoy de forma paulatina a la cárcel de Lledoners.
El ex conseller de Interior Joaquim Forn ha sido el primero en regresar al centro penitenciario, en torno a las 19:30 horas de esta tarde. A las puertas de la prisión ha pronunciado un discurso reivindicativo por la decisión del juez, que ha animado a la población independentista a sumarse a la protesta en las calles.
La Asamblea Nacional Catalana ha convocado las protestas "en todo el país". "Volvemos a salir a la calle. Por todas las personas represaliadas, presos políticos y exiliados. Porque sabemos que solo la independencia nos hará libres", explicaban en sus redes sociales.
Su presidenta, Elisenda Paluzie, se ha presentado en la prisión de Lledoners "para acompañar a los presos políticos el día que el Estado español vuelve a vulnerar sus derechos".
Protestas independentistas
Cientos de personas se han concentrado también en la avenida Meridiana y frente al Palacio de la Generalitat para manifestar su protesta por la decisión del Parlamento europeo de retirar la inmunidad a Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín, que ha sido anunciada esta mañana.
La decisión del juez
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Lledoners ha decidido revocar el tercer grado de los presos independentistas ante la solicitud de Fiscalía, que ha presentado un recurso contra la concesión.
En este sentido, consideran que la semilibertad es "prematura" y que no han completado el tiempo suficiente de condena. Además, también ponen en cuestión que los líderes del procés sean conscientes de que han cometido un delito. Atendiendo al escrito, consideran que "no implica que el interno tenga consciencia de que con dichas acciones se haya cometido un delito, es decir, no hay constancia de asunción delictiva".