EEUU | DORMÍA CON SUS MASCOTAS
Una mujer en Nueva York, Michelle Barrow, acudió a su ginecólogo quejándose de un dolor abdominal intenso. Pensando que podría ser algo grave, el médico decidió a examinarla.
Tras hacerlo, se dio cuenta de que era el caso más raro que jamás se le había presentado: dentro de la vagina de Michelle encontró una bola de pelo de gato de más de cinco centímetros enredada en su DIU. Tal y como publica el Daily Mail.
Todo apunta a que sus gatos, Cricket y Donut, tienen la culpa del insólito caso. Barrow aseguró que suele dormir habitualmente con sus gatos y que no tiene la costumbre de cambiar asiduamente las sábanas. Todo ello unido a que mantiene encuentros sexuales con su pareja en la misma cama en la que duerme con sus felinos, hace que sea posible que las bolas de pelo de gato acaben dentro de ella.